Formato: Es uno de los conceptos en Valencia de Quique Dacosta, uno de los ocho cocineros españoles con tres estrellas Michelin. Vuelve Carolina abrió hace tres años como un restaurante de tapas y platos clásicos de la sede central de Dacosta en Denia. En octubre de 2012, una parte de este espacio se dedicó a acoger un nuevo restaurante: El Poblet, un concepto de alta cocina en parte ‘casualizada’ que desde el pasado noviembre, cuenta con una estrella Michelin. Mientras, Vuelve Carolina sigue funcionando como un concepto desenfadado, situado en la planta de la calle de este local y dirigido por Manuela Romeralo, bajo una oferta de “tapas con toque”, que se pueden probar sentado en mesas o en la barra.

Menú Nochevieja: Para Nochevieja, Vuelve Carolina propone un menú a un precio de 50 euros (con armonía de vinos y sin IVA), que suma seis platos, además de turrones y las uvas. El menú arranca con Finas láminas de carne ibérica curada y aderezada y Espuma aérea de ‘foie gras’ con arrope y frutos secos; antes de pasar a una Ensalada de bogavante, espárragos, emulsión de rúcula y aire cítrico; un plato bautizado como ‘Pan de oro’; y Galta de ternera estofada al vino amaderado y trufada. El postre es un homenaje navideño llamado ‘Interpretación del turrón de avellanas y chocolate aromatizado al Jack Daniel’s’.

Formato: Esta sidrería arrancó a finales de septiembre en el barrio de Ibaeta, en San Sebastián, en un espacio reformado que se ajustada a este formato típico de la gastronomía vasca. Hasta aquí, todo apuntaría a que se trata de un local convencional, si no fuera porque lleva la firma de Martín Berasategui, que, junto con Carme Ruscalleda, luce el récord de ser los chefs españoles con más estrellas Michelin: siete, en total. Desde su sede central en Lasarte, Berasategui gestiona esta sidrería moderna de interiorismo ‘euskandinavo’, bajo una oferta de cocina de producto de altura (en realidad, no tan ‘casual’), con el grill como arma para elaborar algunas carnes y pescados. Garrote Grill es, de hecho, su subtítulo (con Eme Be, las iniciales del chef, como nombre principal), que recurre a la expresión más conocida de Berasategui, que acostumbra a exclamar con efusión: “¡Garrote!”.

Menú Nochevieja: Martín Berasategui ha elegido algunos de sus platos clásicos para componer el menú de la última noche del año en Eme Be Garrote, con un precio de 100 euros (con vinos y sin incluir IVA) e integrado por siete platos. La cena arranca con una receta mítica de este chef: el  Milhojas de foie y anguila caramelizado con crema de cebolleta fresca. Precede a la Ostra sobre crema helada de puerro y emulsion de café, pimienta y curry; y a la Ensalada de txangurro desmigado, hierbas y aire de moluscos. El menú prosigue con los Huevos de caserío escalfados a baja temperatura, bañados con un caldo de ‘gibelurdinak’; las Kokotxas y taco de bacalao confitado en aceite de ajos al pil-pil; y el Solomillo ‘Luismi’ con mermelada de hongos y reducción de vino tinto. De postre, el Soufflé de chocolate con helado de vainilla y perlas de cacao.

Fuente de las fotos: Web de Eme Be Garrote.

Formato: La Cesta de Recoletos (o, sin más, La Cesta), en Madrid, arrancó en noviembre de 2010 como un concepto que contaba con una triple asesoría de lujo: el cocinero Óscar Velasco, el responsable de sala Abel Valverde y el sumiller David Robledo. El equipo de Santceloni (restaurante con dos estrellas Michelin ubicado en el Hotel Hesperia Madrid) firmaba así una propuesta informal bajo una fórmula de bistró o casa de comidas modernizada y una oferta de cocina española de temporada. La carta suma un listado de platos sin distinguir entre entrantes y principales y ofrecidos en su mayoría en medias raciones, con la idea de que los comensales compartan varias recetas.

Menú Nochevieja: Para la última noche del año, La Cesta ha ideado un menú de siete platos, a un precio de 85 euros (sin vinos y con IVA) o de 97 euros, si se opta por añadir la armonía de vinos. El menú arranca con unos Bastones de foie micuit como aperitivo; prosigue con ‘Vichyssoise’ con tartar de carabineros, Vieira a la plancha con crema de salsifis y manzana, Lubina de pincho del Cantábrico con calabaza y curry, y Pularda asada de Navidad con ciruelas. De postre, Sorbete de piña, cava y albahaca y Tiramisú, además de las uvas. La bodega contempla un cava ‘Berdier brut Rupestre’, un blanco ‘Casal Novo 2012 (Godello, D.O. Valdeorras) y un tinto ‘Juan Gil 12 meses, 2010 (Monastrell; D.O. Jumilla).

Fuente de las fotos: La Cesta. 

Formato: El pasado febrero, Marcelo Tejedor, creador trece años antes de un concepto con cocina abierta a la sala y menú degustación único, anunció el cierre de Casa Marcelo, con la idea de abandonar la alta gastronomía. En el mismo espacio de Santiago de Compostela donde hasta ese momento lució una estrella Michelin, abrió a principios de abril un nuevo formato de negocio, con el mismo nombre: Casa Marcelo resurgió así como un local que suma tres barras y que funciona con una oferta de tapas o platillos gallegos e internacionales (de lo peruano o mexicano, se salta a lo oriental), pensados para compartir con el sello inconfundible del cocinero gallego.

Menú Nochevieja: El planteamiento de la cena de Fin de Año en Casa Marcelo materializa toda una ‘gastroestrategia’ de márketing. El restaurante ha ido anunciando el evento a través de imágenes en Facebook (como la foto que abre arriba este post) con el hashtag #adios2013, rodeadas de intriga y diversión: por ejemplo, probetas con una guindilla y un mensaje en su interior contienen –textual– “las invitaciones más picantes para Fin de Año” (en la imagen). Quien quiera asistir debe comprar una entrada (muy al estilo de las reservas en 41º, la coctelería-restaurante de Albert Adrià en Barcelona), por teléfono, transferencia bancaria o a través de la web, que nada más abrirse anuncia con el hashtag #byebye2013 la posibilidad de adquirir un tícket a través del sistema Paypal, a un precio de 75 euros. El resto es sorpresa. Terminada la cena, los comensales de Casa Marcelo tienen descuentos especiales en las copas en La Radio Club y Pub Garoa, dos locales compostelanos donde pueden continuar la fiesta.

Fuente de las fotos: Página en Facebook de Casa Marcelo.

Formato: El pasado septiembre, arrancó El 300 del Born, espacio gastronómico en el rehabilitado Mercado del Born, en Barcelona, que optó por una propuesta singular: una carta de platos históricos del recetario catalán, que permiten desayunar, comer, cenar o picar entre horas en un espacio moderno. Este formato supone un paso más en el acuerdo que mantiene la cervecera catalana Moritz y el chef Jordi Vilà (una estrella Michelin en Alkimia), que también firma la oferta gastronómica de Fábrica Moritz y Bar Velódromo, todos en la Ciudad Condal.

Menú Nochevieja: Para la última cena del año, El 300 del Born plantea una cena como un recorrido por un mercado, de forma que el local se trasforma en un espacio con varias paradas, cada una con un bufé de marisco, salazones, panes, embutidos ibéricos, quesos con una gran fondue, guisos y platillos históricos de carne y pescado y, para terminar, un gran bufé de postres, tartas y fruta fresca. El precio de este bufé libre múltiple es de 89 euros (con IVA) e incluye bodega, uvas de la suerte, barra libre de combinados, chocolate con melindros desde las 2 de la mañana y DJ con música en vivo hasta las 4 de la mañana. En la noche de Fin de Año, además, Fábrica Moritz abre y funciona con su carta habitual; mientras que Bar Velódromo ha lanzado un menú de Nochevieja por 68 euros (con IVA).

Fuente de las fotos: MFG-Gastroeconomy y Moritz.