Así son los sistemas de reserva y las políticas ‘anti no show’

Es el principal enemigo de la alta cocina: los clientes que no se presentan y dejan mesas vacías en el último minuto, algo a lo que, además, se suman las cancelaciones de última hora. ¿Consecuencia? Los chefs han empezado a aplicar unas reglas para luchar contra la informalidad del comensal, que les acarrea efectos económicos negativos. Quique Dacosta ha estrenado esta semana un nuevo sistema de reservas, que impide las cancelaciones y que aplica un cobro previo de 50 euros como ‘señal’. Un planteamiento similar utiliza Albert Adrià en 41º. Mientras, pedir el número de tarjeta como medida disuasoria y sin hacer un cargo previo es la fórmula vigente en El Celler de Can Roca, Mugaritz o Arzak, que cuentan con sus propias políticas de cancelaciones. Por su parte, David Muñoz implantará un sistema similar en el ‘nuevo’ DiverXO, mientras Diego Guerrero estudia una fórmula con pago de señal y reserva a 3 meses vista para Dstage, su nuevo restaurante en Madrid. Además, repasamos las fórmulas de tres de los espacios más demandados de la capital (Punto MX, TriCiclo y Nakeima) y así sumamos 10 modelos de reserva en España.

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Es el enemigo número uno de los negocios de hostelería y, en concreto, de los espacios de alta cocina. Y es una práctica fruto de la mala educación. Son los ‘no show’, es decir, clientes que reservan en un restaurante y no se presentan. Aún peor: su mesa se confirma (vía llamada telefónica por parte del establecimiento) el día anterior y se reconfirma unas horas antes. Pero, cuando llega la hora de sentarse, no aparecen (y o no cogen el teléfono cuando el local les llama ante su ausencia, o esgrimen argumentos que son más excusas que razones de peso). Y suele ser demasiado tarde para recurrir a la lista de espera.

Hasta aquí, lo anecdótico derivado de la informalidad de algunos comensales. Detrás de los ‘no show’, hay una pérdida económica (algo así como un ‘lucro cesante’), ya que el chef y/o hostelero deja plazas sin cubrir por la que, por lo tanto, deja de facturar. A esta situación se unen las cancelaciones de última hora, para las que la lista de espera puede ser el remedio, aunque no siempre.

Es uno de los evidentes caballos de batalla del gastrosector español. Mientras que el marco legal es más claro en el sector hotelero, en el que es costumbre pedir el número de tarjeta a los huéspedes al realizar la reserva como garantía del pago; el vacío legal y una regulación poco clara han jugado en contra de esta fórmula en la hostelería.

Gastroeconomy_QuiqueDacosta_2013_Snacks_PetalosdeRosaMedida disuasoria

Con todo, varios chefs han empezado a aplicar una política de cancelaciones. Para muchos, pedir el número de tarjeta de crédito, como medida ligada a una serie de cargos con unos plazos determinados, funciona como una medida disuasoria y una forma de ‘educar al cliente’. Para dar soporte legal a este método, se considera que el cargo con la tarjeta de crédito funciona como una señal y un adelanto del pago.Ir a un restaurante gastronómico es ir a un espectáculo. Si para otros espectáculos se paga previamente con la compra de una entrada, ¿por qué no va a ser posible hacerlo también en hostelería?”, argumenta un cocinero.

¿El cliente cómo lo percibe? Si le hacen el cargo por cancelar a última hora o por no presentarse a comer, ¿está pagando por no comer? ¿Puede optar por no reservar pare evitar una penalización? En Mugaritz, aseguran que su política se ha traducido en un recorte de las cancelaciones.

Y, sí, siempre quedan la opción no reconocida por ningún restaurante, pero aplicable y, por qué no, muy útil frente al ‘jetismo’ de algunos clientes informales reincidentes: las inconfesables listas negras o algo así como un ‘control de reservas’. Igual que el sistema informático de reservas de un restaurante ‘toma nota’ del número de visitas por parte de un cliente, sus alergias e intolerancias y los menús que ha probado, podría dar la voz de alarma sobre los comensales más informales.

Repasamos los sistemas de reserva y las políticas de cancelaciones de varios restaurantes.

QUIQUE DACOSTA RESTAURANTE

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El último en lanzar un sistema ‘anti no show’ ha sido Quique Dacosta, que anteayer lo anunció vía redes sociales: “Reservas en Quique Dacosta Restaurante ahora desde nuestra web y sistema de reservas previo pago”. Al tweet le acompaña este link, que marca las nuevas pautas para visitar la sede central del chef extremeño en Denia, con tres estrellas Michelin y está posicionado como el restaurante número 41 del mundo. Cada servicio, Dacosta y su equipo sirven un menú de unos 50 pases (entre snacks y platos) para 30 clientes, con dos opciones (por el mismo precio, 165 euros, sin bebidas, ni IVA): ‘Universo Local’, con platos clásicos del chef; y ‘TomorrowLand’, con sus creaciones de temporada.

La web de su restaurante anuncia el nuevo sistema de reservas: “Para hacer una reserva es necesario haber leído el apartado de preguntas y respuestas frecuentes FAQ’s. Puede consultar aquí nuestros menús. Al hacer la reserva se cargará en su tarjeta de crédito/débito el importe de 50 euros por comensal. Este importe se descontará de la cuenta el día de la comida/cena y no será devuelto en caso de anulación. Para cualquier consulta, póngase en contacto con el personal del restaurante en el teléfono +34965784179 o vía email a quiquedacosta@quiquedacosta.es”.

El apartado de ‘Preguntas frecuentes’ amplía detalles. Primero, sólo hasta 5 días antes, es posible modificar la fecha, la hora y/o el servicio de la reserva, además de ampliar el número de comensales (siempre que la mesa tenga el tamaño suficiente). Segundo, si se cancela la reserva o el cliente no se presenta, no le será devuelto el cargo de 50 euros; es decir, nunca es posible anular una reserva. “Los 50 euros por comensal pagados en el momento de hacer la reserva no le serán devueltos. Considere la opción de modificar la reserva con mínimo 5 días de antelación a la fecha de la reserva inicial”, señalan.

Es un claro correctivo frente a los ‘no show’, con la duda de si existe el riesgo de desincentivar las reservas: algunos clientes pueden optar por reservar a última hora y arriesgarse a no tener sitio, antes que tener que pagar si surge algún imprevisto. Alguien Twitter plantea en ‘voz alta’ una duda: “Seria bueno comprobar si la demanda de reservas disminuye debido al nuevo sistema”. Dacosta responde: “Será mejor ver que no disminuye e, incluso, que aumenta o que al menos no fallan (que es el objetivo)”.

41º / TICKETS / PAKTA

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Albert Adrià y sus socios en BCN 5.0 (su hermano Ferran y la familia Iglesias) fueron los primeros cocineros-empresarios en apostar por Internet como medio exclusivo para realizar reservas. Así, la opción online es la única existente para conseguir mesa en 41º, su ‘miniBulli’ que funciona como restaurante gastronómico en una coctelería; Tickets, su ‘Bulli de barrio’ que materializa un restaurante de tapas; y Pakta, el local de cocina nikkei. En estos tres establecimientos del Paralelo barcelonés, no existe la alternativa del teléfono para realizar las reservas.

Dentro de este grupo hostelero, 41º es el espacio con la política de cancelaciones mas estricta. “En España, es ilegal cobrar un adelanto o no está claro, pero tú como cliente puedes pagarme por la cena que te doy. El cobro es un adelanto, parte del pago de la entrada a la experiencia en 41º”, argumentó Albert Adrià el pasado noviembre, en el festival Film & Cook, en Madrid. “Hay gente que hacía reserva y luego no venía; era un problema si me fallaban 4 clientes al día en un espacio de 16 plazas”. Así explica su web el sistema, que pide al comensal el número de tarjeta al hacer la reserva online: “Para comprar entradas es imprescindible haber leído el apartado FAQ (preguntas frecuentes) […]. Al hacer la reserva, se cargará en su tarjeta de crédito el importe de 50 euros por comensal. Éste importe se descontará de la cuenta el día de la Experiencia y no será devuelto en caso de anulación”. Es decir, es el mismo sistema que el que ha decidido aplicar Quique Dacosta en su sede de Denia (incluso con un apartado casi idéntico de preguntas frecuentes). En 41º, un espacio que sólo atiende a 16 plazas en servicio de cena, funciona un único menú degustación a un precio de 200 euros por persona (con IVA incluido y sin bebidas, excepto los cócteles que acompañan a algunos platos) o 265 (con IVA y vinos). Algo más: en 41º, sólo se pueden realizar reservas con 2 meses de antelación.

Es el mismo plazo para optar a una mesa (también por vía online) en Tickets, donde antes era de 3 meses. “El objetivo de reducir 1 mes fue facilitar la gestión logística de tantas peticiones y, al mismo tiempo, minimizar los riesgos de cancelaciones e incomparecencias y facilitar a los clientes la organización de su agenda a más corto plazo”, argumentan. Bajo la regla de los 60 días, “todas las noches a las 24:00 se abren las 80 plazas que ponemos a disposición de nuestros clientes”. En todo caso, el cliente recibe un mensaje de confirmación de la reserva por SMS y por email.

Mientras, Pakta funciona igual que Tickets: dos meses de antelación para optar a una reserva sólo por vía online. En todos los locales de BCN 5.0, el sistema de reservas se gestiona a través del portal de El Tenedor.

El cuarto local de BCN 5.0 es Bodega 1900, una vermutería en la que, en cambio, funciona la vía telefónica como única opción para reservar. ¿Razones? Es el concepto más informal de Albert Adrià y el único con horario continuado, de 13.00 a 22.30.

EL CELLER DE CAN ROCA
 

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Desde hace un año, rige un nuevo sistema de reservas en El Celler de Can Roca, fruto de su posicionamiento a finales de abril de 2013 como mejor restaurante del mundo. Entonces, la casa de Joan, Josep y Jordi Roca en Girona acumulaba una lista de espera de 13 a 15 meses. Para evitar reservas con tantos meses de antelación (lo que eleva el riesgo de cancelaciones), el 1 de junio del pasado año, se estableció una nueva fórmula: el día 1 de cada mes se abre a medianoche el nuevo periodo de reservas, a once meses vista. Así, el próximo 1 de junio es el momento para intentar reservar en el mes de mayo de 2015. Y así sucesivamente, siempre con el número de tarjeta como garantía. “Para garantizar la reserva es necesario facilitar una tarjeta de crédito o débito”.

Mientras, el sistema de reservas online permite al cliente consultar disponibilidad y confirmar reservas durante los próximos 11 meses. Siempre queda la opción de la lista de espera: “Si no hubiera disponibilidad en la fecha que le interesa, puede enviarnos un email con sus datos para añadirlos a la lista de espera de su fecha de preferencia dentro del periodo de 11 meses. De producirse una anulación, nos pondríamos en contacto. Le recordamos que no se tramitan peticiones que sobrepasen los 11 meses de reserva”, señalan en El Celler, que tiene tres estrellas Michelin y ocupa el segundo puesto en el ránking mundial 50 Best.

MUGARITZ

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En 2011, Mugaritz implementó la política de cancelaciones vigente en la actualidad, en un momento en el que prácticamente ningún restaurante (o ninguno) penalizaba los ‘no show’. “Una medida disuasoria”, es como lo definen en el espacio de Andoni Luis Aduriz en Rentería (Guipúzcoa). Funciona así: primero, al cliente se le pide un número de tarjeta en el momento de realizar la reserva, que es cuando, además, se le comenta la política de cancelaciones, “para que esté informado y lo tenga en cuenta”, aclaran en el restaurante, que pide el número de tarjeta tanto cuando la reserva es por teléfono, como por medio electrónico. “Una vez que el cliente sabe la política de cancelación y nos proporciona los datos de la tarjeta, nosotros les confirmamos la reserva mediante un código”, añaden.

Segundo, el número de tarjeta funciona como garantía si el comensal cancela o no se presenta. Si realiza la cancelación con tres días de antelación o más, no se realiza ningún cargo en su tarjeta. Pero si se cancela uno o dos días antes de la reserva, Mugaritz aplica un cobro de 114 euros por persona; y, si es el mismo día de la reserva, el cobro es de 185 euros por persona (es decir, el precio del menú de la temporada 2014 en Mugaritz).

“Esta política se adoptó realmente como medida disuasoria para que el cliente sea consciente y se responsabilice, con lo cual hemos logrado que el número de cancelaciones se reduzca bastante”, señalan en Mugaritz, donde añaden: “Lo cierto es que desde que se ha implantado esta medida disuasoria, apenas la hemos aplicado”. Quizás, un par de veces, cuentan en el restaurante. Es decir, este sistema funciona, sobre todo, como un medio disuasorio y una vía para comprometer al comensal; eso sí, con una idea clara: Mugaritz fue el primer restaurante en ‘mojarse’ y asumir el riesgo de adoptar unas medidas serias frente a las cancelaciones de última hora y los ‘no show’, cuando ningún espacio de alta cocina lo hacía en España.

ARZAK

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Si reservas mesa en Arzak (tres estrellas Michelin y octavo mejor restaurante del mundo) por vía telefónica, recibirás un correo electrónico de confirmación, igual que si la reserva se realiza a través de su página web. A través de este correo, el equipo de Juan Mari y Elena Arzak en su restaurante de San Sebastián pide al cliente dos datos: el nombre del hotel donde se alojará durante su estancia en San Sebastián (si es el caso) y un teléfono móvil y otro fijo “por si necesitáramos contactar con usted”. Además, un aviso: “Es imprescindible que nos llame o envíe un email una semana antes de su visita para confirmar o anular su reserva”.

Al cliente se le pide, además, un número de tarjeta, costumbre implantada hace años en Arzak y sobre la que gira su política de cancelaciones. “En caso de no asistencia, y sin anulación de su reserva en el plazo de 2 días para mesas de 4 comensales o menos, y 5 días para mesas de 5 o más comensales, sentiremos tener que cargar en su tarjeta  de crédito el importe correspondiente a 100 euros por persona”, señalan en el email enviado a sus clientes por Arzak, donde el precio medio para comer se sitúa en 189 euros.

DIVERXO

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En Twitter, David Muñoz lamenta las mesas ‘colgadas’ en DiverXO casi a diario. El cocinero, que el pasado noviembre obtuvo tres estrellas Michelin en su restaurante, lleva años mostrándose abiertamente crítico frente a los ‘no show’, que, a última hora, desencadenan una paradoja: la –ahora mismo– reserva más demandada de Madrid y una de las más ambicionadas de España tiene casi todos los días alguna mesa vacía debido a los clientes que no se presentan.

El chef ya ha anunciado que, con la mudanza de DiverXO al Hotel NH Eurobuilding (prevista para julio), implantará un nuevo sistema de reservas (telefónico y online), con el que se cobrará al cliente una señal con tarjeta de crédito como adelanto del pago. “Si falla hasta 48 horas antes, se buscarán fechas alternativas para el cliente”, ha explicado Muñoz. Si anulan la reserva con menos de 48 horas o no se presentan, DiverXO (que ahora mismo coge reservas solamente con seis meses de antelación) se quedará con esta señal.

“Los ‘no show’ son el gran enemigo de nuestro negocio”, advierte. Cuando, en noviembre de 2013, Muñoz recibió la tercera estrella, anunció su intención de aplicar una fórmula de reservas con un año de antelación y pago previo de una señal. señaló.

DSTAGE

Gastroeconomy_DstageEs el nuevo local que Diego Guerrero abrirá, previsiblemente, en julio en el Barrio de las Salesas, en Madrid. Para Dstage, el chef, que obtuvo dos estrellas Michelin en El Club Allard (donde trabajó hasta el 1 de octubre de 2013), está estudiando “una fórmula de reservas para paliar los ‘no show’”, con un cargo previo en la tarjeta de crédito del cliente que funcionaría como señal del pago posterior de la comida. En principio y a la espera de terminar de definir su política de reservas, Guerrero tiene previsto abrir reservas con un plazo de tres meses de antelación, también como vía para evitar cancelaciones de mesas hechas con mucho tiempo de antelación.

PUNTO MX

Gastroeconomy_PuntoMX_Sala2Probablemente, sólo DiverXO adelanta a Punto MX como la mesa más deseada de Madrid. Este espacio de cocina mexicana acaba de cumplir dos años, con los platos de Roberto Ruiz como aliciente de una apuesta gastronómica de altura. Pese a su juventud, Punto MX ya ha vivido el mal de las cancelaciones y los ‘no show’. El restaurante llenaba sus plazas con facilidad y, a última hora, fallaban clientes o no aparecían. Así que, el pasado septiembre, estrenó un nuevo sistema de reservas, con el lunes como día clave. El espacio se ‘guardar’ algunas plazas para ponerlas a disposición de la clientela cada lunes, siempre para reservar esa misma semana.

Parte de la capacidad de la sala podrá ser reservada con antelación como hasta ahora, pero se retendrán otras plazas que se pondrán a disposición de los clientes cada semanaTodos los lunes se liberarán estas nuevas plazas para esa misma semana, de tal manera que se tenga la oportunidad de cerrar una reserva con poca antelación. Esperamos de esta manera dar una respuesta más ágil a nuestros clientes”, explican en un local con un tícket medio de 50 a 75 euros, donde es posible realizar la reserva por teléfono o a través de su web.

TriCiclo

Gastroeconomy_TriCiclo1Y si a Punto MX únicamente le adelanta DiverXO en demanda de mesas, es posible que TriCiclo se aproxime en plazos a Punto MX. Esta casa de comidas moderna “de gusto fino y presentación bruta” (como describen sus tres artífices: Javier Goya, Javier Mayor y David Alfonso) arrancó en julio de 2013. Desde entonces, sus mesas se llenan a diario y casi se rifan en fin de semana.

Para optar a comer en TriCiclo, la mejor vía es Internet (con un sistema gestionado por El Tenedor), que se complementa con el teléfono y Facebook. “Debido al volumen de trabajo, no somos capaces de atender todas las solicitudes de reservas por email, por lo que para evitar esta situación, las reservas se  atenderán únicamente por teléfono (preferiblemente de 11.00 a 13.00 y de 18.00 a 20.00),o bien a través de la pestaña de reservas que encontrarán en nuestra página web y de Facebook”.

Nakeima

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En este dumpling bar-barra asiática ubicado en Madrid, no saben lo que es un ‘no show’, ya que directamente no admiten reservas. Inaugurado en el otoño de 2013, el equipo de Nakeima sube el cierre a mediodía y por la noche para anotar en una lista a una veintena de clientes que, a la media hora, pueden entrar a disfrutar de sus bocados asiáticos. La barra se complementará en poco tiempo con un restaurante situado en la planta superior.

Acerca del autor



“Economista de formación y periodista de profesión, me encanta escribir y, además, comer. GASTROECONOMY nació el 30 de julio de 2011 como un pequeño proyecto personal, a los 4 meses de decidir convertirme voluntariamente en periodista ‘freelance’. Aquí escribo de lo que ocurre en el sector: cambios, novedades, estrategias, tendencias… Se trata de observar para contarlo de la forma más amena y detallada posible. La hostelería, sea un sencillo bar, una casa de comidas o un espacio de alta cocina, equivale a un relevante sector económico que se puede analizar con el mismo rigor y seriedad que cualquier otra actividad, eliminando la frivolidad que, por desgracia, sobra en los últimos tiempos en la gastronomía. A escribir aprendí y aprendo con la práctica y porque me enseñaron a hacerlo en mi casa y en el diario económico Expansión (www.expansion.com)”.

14 Comentarios
  • Rafael
    Publicado a las 12:22h, 22 mayo Responder

    Veo normal que sucedane stas cosas, este tipo de restaurantes te dan mesa para 2-3 meses vista como mínimo, yo el día de la reserva estoy convencido de que iré, pero cuando transcurre este tiempo a la mayoría de los mortales nos pueden surgir cosas, trabajo, familia, enfermedad, o simplemente ya no te cuadra el día, por lo que veo muy normal todo este tipo de cancelaciones.
    Distinto es que yo reserve un lunes con vistas a esa semana o incluso una o dos, pero para dos o tres meses? no sabemos ni donde estaremos.

    saludos.

    • claudia
      Publicado a las 20:59h, 25 mayo Responder

      Es verdad, Rafael, pero verdad que cuando no te va bien ir al médico por algún inconveniente de último minuto se le llama y se le comunica? Hay emails, teléfonos e incluso la confirmación que te hace el propio restaurante esa semana o el día antes que te recuerda la hora y día de la reserva, pero aún así la gente no tiene la educación de no solo respetar al restaurante si no la gente que se ha quedado sin sitio porque ellos han ocupado esa mesa. Me parece una falta de respeto y educación. parece que como es hostelería todo esté permitido..
      Aplaudo estas acciones y es mas, todos los restaurantes (no solo los «top 10») deberían aliarse para llevarlo a cabo de manera conjunta, a ver su de una vez por todas aprendemos los buenos modales…

      • Rafael
        Publicado a las 22:31h, 26 mayo Responder

        Claudia totalmente de acuerdo, yo si no puedo ir evidentemente aviso ya que a mi no me gustaría que me lo hicieran, por eso digo que tanto unos como otros deberían de adaptarse y ver que es lo mejor para ambas partes.
        saludos.

  • Albert
    Publicado a las 21:33h, 23 mayo Responder

    Es curioso como el 41°, según tu explicación, tiene hace casi dos años un sistema practicamente idéntico al que acaba de poner en marcha Quique Dacosta. La capacidad de los hermanos Adrià para viajar al futuro y copiarle las técnicas, conceptos, presentaciones e incluso el sistema de reservas es de un descaro total… o espera, quizás hay una explicación más sencilla: Quique Dacosta ha copiado el sistema de reservas del 41°. Tampoco pasa nada. Al fin y al cabo se hacía antes fuera de España.

  • Ana
    Publicado a las 16:55h, 27 mayo Responder

    Me parece una medida fantástica que estoy segura empezarán a adoptar muchos restaurantes, y que apoyo al cien por cien. Lamentablemente, el número de gente maleducada no desciende, a lo que se ve, y lógicamente los que hasta ahora estaban saliendo muy perjudicados, intentan minimizar el problema. Si los hoteles piden una tarjeta de crédito como garantía y tienen una política de no show para no quedarse con habitaciones colgadas, ¿por qué no los restaurantes? Y es evidente que a cualquiera le puede surgir algún problema, a mí me ha pasado. Pero vas y llamas para no perjudicar a nadie. Punto. Es básico. Todo lo que no sea algo realmente importante como para que en ese momento no llames (un accidente de tráfico, un hijo que se pone enfermo y hay que llevarle a urgencias, un incendio…) es absolutamente injustificado. Y aún así, si tienes la mala suerte de sufrir un infarto justo cuando ibas a cenar, ¿por qué tiene que salir perjudicado el restaurante? La mala suerte es tuya, no de ellos. Me estoy yendo a los extremos a propósito, pero la realidad es esa. No puede ser que el problema lo tengamos nosotros y lo paguen los demás. Y eso cuando tenemos un problema, porque la mayoría de las veces es que a la pareja, en el último momento, no le apetece ir, o que está lloviendo, o que ha surgido un plan mejor. Y o bien no tenemos la decencia de llamar para cancelar, o bien somos tan poco formales que ni se nos pasa por la cabeza que hay que hacer algo semejante. Así que tenemos lo que nos merecemos, ni más ni menos. Y lo que está por venir…

  • Ángel Blasco
    Publicado a las 19:53h, 09 julio Responder

    Cobrar previamente por no acudir es imposible de aplicar a clientes asiduos, a otros si pero tiene también un problema, que no volverán

  • Marcela
    Publicado a las 22:16h, 14 julio Responder

    Y bueno.. se sigue pagando por educaciòn… Y el cobro por no show es una especie de «multa» que castiga en la mayorìa de los casos, la informalidad de algunos clientes.. A pesar de ser un problema cultural, la soluciòn es econòmica y con beneficios alentadores para los restaurantes de prestigio -consideràndose la alta y creciente demanda que acusan tener-.. Posteriormente habrìa que evaluar si esta conducta incrementarà tambièn la fidelidad de los clientes no informales que sufren accidentes de ùltimo momento..

  • Francisco Miranda
    Publicado a las 04:39h, 18 agosto Responder

    Excelente artículo, de alto nivel.

    Comprendo perfectamente esas políticas y las apruebo.

    También convendría que los restaurantes se pusieran a la altura de los hoteles y se pudieran hacer reservas prepago no modificables ni cancelables; para ello sería deseable que se ofreciera en la web la carta del restaurante con precios, cosa que desgraciadamente no sucede casi nunca.

    Felicitaciones por el blog.

  • JUAN TOMAS C.
    Publicado a las 16:29h, 25 septiembre Responder

    Me parecen muy bien estas medidas de cobros por adelantado de las reservas, o de penalizaciones por cancelaciones, al fin y al cabo ya se aplican desde hace años en hoteles y agencias de viajes y todo el mundo lo tiene asumido, sin que por ello tenga que » desfidalizar» a los clientes asiduos de un restaurante, como dice en su comentario Angel Blasco,
    Como ir a un restaurante de esos niveles de excelencia es un privilegio, debe asumirse el riesgo de una penalización si uno incumple los márgenes de las cancelaciones, no se puede perder de vista que mantener estos grados de excelencia en la gastronomia-experiencia, y en muchos casos un número reducido de comensales para darles un servicio adecuado, obliga a estos restauradores a tener un un amplio equipo de cocina, que solo puede mantenerse con una ocupación máxima de comensales, por todo ello no pueden permitirse estas falsas reservas por el perjuicio ecónomico que ello representa. Por todo lo anterior aplaudo estas iniciativas

  • Óscar Carrión | Cómo reservar en Diverxo, el único restaurante con 3 Estrellas Michelin en Madrid - Óscar Carrión
    Publicado a las 11:06h, 17 octubre Responder

    […] Lo que empezó a correr como la pólvora hace unos meses en internet, y no sin algo de polémica, ya lo ha incorporado David Muñoz a su restaurante: una medida anti no-shows. Es decir, a la hora de reservar una mesa es obligatorio realizar un pago previo que después se descuenta del total de la cuenta. En el caso de DiverXO, 60€ por comensal. Una política que no es nueva y que se está implantando en restaurantes como el de Quique Dacosta en Denia (la incorporó en mayo y la reserva es de 50€ por persona), la misma cantidad es la que se pide para vivir una experiencia gastronómica en el 41º de Albert Adrià en Barcelona. Una medida disuasoria que, desde mi punto de vista, es totalmente necesaria para combatir este tipo de prácticas que tanto daño hacen a los negocios de restauración. Si en otros ámbitos, como el hotelero y el cultural, las reservas van asociadas, en la mayoría de los casos, a un cargo previo por un servicio que aún no se ha ejecutado, ¿por qué en hostelería debe ser diferente? […]

  • Gustavo Adolfo Lamas
    Publicado a las 14:04h, 12 diciembre Responder

    No hay ninguna Ley que permita solicitar una señal o cantidad para pre-reservar una mesa en un Restaurante. Si que da claro que existe mucha gente informal, y mas claro todavia que el daño que se hace a un Restaurante es enorme, y no sólo a los teóricos buenisimos, si no a todos, proporcionalmente a sus estructuras. Los Hosteleros, profesión que mejor se venden del mundo, deberian invertir en configurar jurídicamente un protocolo de actuacion para estos casos, para así hacerlo LEGAL ESTRICTAMENTE LEGAL lo otro que estan haciendo, no es disuasorio, es ILEGAL, ABSOLUTAMENTE ILEGAL. Todos los Empresarios tienen fallidos y riesgos que correr. Mas seriedad por favor.

    • Javier
      Publicado a las 20:43h, 31 marzo Responder

      A lo mejor no hay ninguna ley que lo permita, pero dudo que haya ninguna ley que lo prohiba. Que no esté prohibido no significa que sea ilegal, ni mucho menos.
      No hace tantos años, los billetes de avión se reservaban, y luego se compraban o no. Ahora ya damos por sentado que se compran. Aunque luego no vueles porque tu hijo se ponga enfermo. Y si quieres cancelarlo o cambiarlo, has de pagar más.
      Creo que en los restaurantes es el único sitio donde puedes reservar algo «gratis», y no pasa nada si cancelas en el último segundo o simplemente no te presentas. Y eso, por lógica, no puede seguir así para siempre.

  • Ignacio Bettinsoli
    Publicado a las 03:32h, 17 febrero Responder

    Hola Marta! Antes que nada quería decirte que tu artículo ha sido enlazado desde Gastroactitud (Training en crítica gastronómica) del cual soy parte. Te confieso ya lo había leído antes ya que me encanta tu trabajo y la perspectiva que le das a tus artículos. Por cierto tu libro Reinventores no puede faltar en la biblioteca de nadie del mundillo gastronómico. Te mando un saludo desde Barcelona y como siempre seguiré siguiéndote. Un abrazo!!!

  • Mila
    Publicado a las 21:36h, 09 mayo Responder

    Esto deberíamos extrapolarlo a todos los negocios, dentistas, físicos, medicos,,,,, es alarmante, tienes lleno, dices que no a otros , y luego o no vienen, o te avisan con un minuto,,,,y va a más,,,,, si pones más de los que caben y ese día vienen todos, te arman una…..y es curioso, pues a poco que te fijes esos mismo te han dejado colgado en más de una ocasión
    Esta situación , es la que hace que el negocio no prospere

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