Lágrimas Negras, la cocina de Iván Sáez en el Hotel Silken Puerta América

10 planes gastronómicos de Navidad (4/10) / Cenas en Nochebuena y Nochevieja y ‘brunch’ en Navidad, Año Nuevo y Reyes

Está situado en el Hotel Silken Puerta América, un espacio de ultradiseño donde Lágrimas Negras funciona como el principal restaurante del establecimiento. Diseñado por el interiorista francés Christian Liaigre, este rincón gastronómico cuenta con Iván Sáez como jefe de cocina, con una potente trayectoria profesional (con experiencia en Kursaal, en San Sebastián; en Mugaritz, en Rentería; y en Zorzal y el Hotel Hospes, en Madrid). Sáez firma una oferta de cocina de mercado con producto de vanguardia, cuyo corte mezcla la tradición y la vanguardia. Además, Lágrimas Negras es un espacio muy activo, ya que con cierta frecuencia cambia su oferta y propone menús especiales. En todo caso, el cliente puede comer a la carta o probar alguno de sus menús, con precios medios de 35 a unos 80 euros. Tiene una apetecible carta de infusiones y una excelente bodega.

Este espacio se centra en los días clave de la Navidad en sus propuestas. El Hotel Silken Puerta América (hotel de cinco estrellas) ha lanzado cinco fórmulas: los menús especiales para Nochebuena y Fin de Año, diseñados por Iván Sáez, con precios de 105 y 150 euros; y la opción del ‘brunch’ (desayuno tardío con formato de almuerzo) para las mañana de Navidad, Año Nuevo y Reyes, por 65 euros en el primer caso y 55 en los dos segundos (mitad de precio para niños menores de 12 años).

DóndeWeb Menú de Navidad

Lágrimas Negras. Hotel Silken Puerta de América. Avda. de América. Madrid. Tel. 91 744 54 05

105 euros en la cena de Nochebuena y 150 en Fin de Año; ‘brunch’ de Navidad (65 euros) y Año Nuevo y Reyes (55 euros)

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Acerca del autor



Estudié Empresariales, pero siempre he trabajado como periodista, título que espero seguirme ganando cada día. Escribir es lo que más me gusta. Antes, sobre economía; y, desde hace once años, sobre gastronomía, algo que casi me inventé como vía de escape y que, al final, se convirtió en mi trabajo. En abril de 2011, decidí pasar a la vida freelance y, el 30 de julio de ese año, lancé este portal, mi bebé al que consiento y maleduco para escribir lo que me apetece. Gastroeconomy aspira a ser un proyecto mucho más rentable que su actual sostenibilidad económica, con una idea clara: ni el portal, ni sus contenidos, ni yo, estamos en venta. Es la única forma de que os fiéis de nuestro trabajo. Como siempre, ¡¡GRACIAS por leernos!! Espero seguir creyendo en este proyecto, sin perder el escepticismo, ni la capacidad de autocrítica. En Twitter, soy @mfguada”.

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