21 Jul 2012 IO, el ‘nuevo’ Iñaki Oyarbide
20 novedades en Madrid en 2012 (3)
Hace exactamente un año, Madrid perdía un local clave en su gastrohistoria: Príncipe de Viana, rincón imprescindible de la cocina navarra en Madrid, además de un ‘meeting point’ de la clientela empresarial. En sus mesas, se fraguaron fusiones, opas y contratos históricos del sector energético, inmobiliario, constructor y de infraestructuras en España (era más que frecuente ver sus mesas llenas de políticos y ejecutivos de compañías como Abertis, ACS, FCC, GBS Finanzas o Itínere). Por eso, merece la pena repasar su historia.
Fundado en 1963 por Jesús María Oyarbide (fallecido en 2008) con su mujer, Chelo Apalategui, el restaurante estuvo gestionado durante varios años en su última etapa por sus hijos Javier e Iñaki Oyarbide. Diez años después, en 1973, el matrimonio abrió Zalacaín, que luego vendieron.
En las agendas foodies, siempre estarán ‘apuntados’ algunos platos míticos de Príncipe de Viana como la menestra –pocas actuales superan aquella receta–, las pochas, el bacalao ajoarriero y las verduras de temporada, además de aquellas croquetas de tamaño mínimo con las que el equipo de este local clásico recibían al comensal en la mesa.
Con el parón económico ya instalado en España, el establecimiento lanzó una versión más asequible de su cocina a finales de 2009, bajo el nombre El Despacho, que ocupaba la primera planta del local donde en su día estaba el despacho de la familia Oyarbide. Con sólo 7 mesas, ofrecía recetas a pecios medios (una carta de oferta de 16 platos y 6 postres, que por ejemplo incluía Crema de alubias rojas con panceta ibérica y morcilla de pichón o Menestra de verduras de Tudela), bajo un formato más informal que en la plata superior, donde seguía la apuesta por un restaurante con vocación de espacio clásico (con serviciales camareras con cofia, en un estilo trasnochado pero que atraía a la clientela). Pero el mix de la crisis, con la consiguiente caída de la clientela, y el cambio generacional de lujo desembocaron en el cierre de Príncipe de Viana a finales de julio de 2011.
El nuevo espacio
Y, ahora llega, la novedad. En el mismo lugar que hasta hace un año ocupaba Príncipe de Viana, nació IO (iO, en su imagen corporativo), iniciales de Iñaki Oyarbide (su propietario y cocinero), a finales del pasado junio. Parece aunar un triple concepto: restaurante, deli y catering. Y, aunque en su carta se conservan platos de la época en Príncipe de Viana, ni por concepto, ni por cocina, ni por interiorismo, quedan muchos rastros del pasado. Iñaki Oyarbide ha optado por remodelar radicalmente el local con un interiorismo moderno, firmado por por Ignacio García de Vinuesa: en la planta baja, una barra (pensada como zona de espera o picoteo) y varias mesas; en la planta superior, la sala. En ambos espacios, funciona la misma carta. Además, cuenta con un reservado.
Bajo lo que en la casa denominan “una comida tradicional actualizada”, la carta de IO se divide en cuatro apartados: “Siempre”, con platos tradicionales de la casa de la saga Oyrabide, como las Croquetas de jamón o bacalao (8 euros) o ‘Chistorra y Bendiciones’ (8 euros); “Lo nuestro”, con platos clásicos de la saga Oyarbide, como la Menestra de verduras frescas de Navarra (16,50 euros) o las Pochas frescas guisadas (13,50); ‘Iñakis’, con platos firmados por el propietario como la Rosca de patata, pimientos de cristal y huevo a baja temperatura (11 euros), el Tartar de atún rojo con tuétano cocido (20,50) o el Lomo de ternera rosada de La Finca Hermanos Jiménez Barbero (18,50); y ‘Del mundo’, como Fish & Chips de bacalao y cangrejos de piel blanda (14,50 euros). Una carta bautizada como ‘Dulce y fresco’ contiene seis postres (con el mismo precio: 6 euros), como la Tarta ‘tatin’ o el Pastel de arroz de Bilbao.
Buena parte de las elaboraciones se puede servir también en medias raciones. Según la elección de los platos y si se plantea la comida como un picoteo, el tícket medio puede variar bastante, aproximadamente entre 30 y 60 euros.
Más novedades: horario ‘non stop’ (abre a las 13.00 horas y aspira a funcionar como un espacio ‘afterwork’ por las tardes entre el público empresarial), comida para llevar, línea de catering y celebración de eventos. Así que arranca la nueva era de, al menos, uno de los miembros de la familia Oyarbide en el reeditado local donde esta saga hizo historia.
Fuente de las fotos: Página de IO en Facebook
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