Vilalúa, una pulpería urbanita

Con un primer local abierto la pasada primavera y un segundo espacio inaugurado el pasado septiembre, este concepto de tasca gallega apuesta por el producto llevado de la lonja a la mesa.

Formato de negocio: En septiembre arrancó el segundo local de esta versión moderna de pulpería. Vilalúa es un proyecto muy gallego que aspira a recrear una taberna tradicional en una ciudad como Madrid. El nuevo espacio de la calle Jorge Juan está muy cerca del primer local, en la calle Ayala. La oferta gastronómica es la misma, con el pulpo como eje clave y con otros platillos gallegos, además de los mariscos llevados a diario desde las lonjas gallegas hasta las dos sedes de Vilalúa. Lo que sí varía de un local a otro es el diseño, ya que los promotores de esta ‘neopulperia’ recurren a diferentes arquitectos gallegos para el diseño de cada espacio, con el objetivo de que acometan “su propia reinterpretación del concepto pulpería”, como explican en este establecimiento. Además, aquí opera el servicio a la medida: el cliente puede reservar con 72 horas de antelación e indicar número de personas para la reserva, el tope de gasto por comensal (indicando un importe mínimo siempre superior a 35 euros por persona, sin incluir bebidas, y uno máximo), alergias o gustos y, en función de esta información, el equipo de Vilalúa prepara un menú en función de la compra realizada en las subastas de las lonjas gallegas.

Sus artífices: Tres jóvenes emprendedores gallegos (Manuel Rodríguez Casal, Antonio y Maica).

Qué se puede comer: Cuenta con una breve carta sometida a la oferta de la lonjas gallegas. Pulpo ‘a feira’ (a la gallega), croquetas, empanada, carne ‘richada’ y berberechos, además de marisco del día como centolla o camarones. De postre, queso o tarta de queso.

Precio medio: De 15 a 40 euros

Horario: Cierra los martes

Dirección: Vilalua. Jorge Juan, 71. Madrid. Tel. 91 435 74 35

Web: www.vilalua.net

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Acerca del autor



Estudié Empresariales, pero siempre he trabajado como periodista, título que espero seguirme ganando cada día. Escribir es lo que más me gusta. Antes, sobre economía; y, desde hace once años, sobre gastronomía, algo que casi me inventé como vía de escape y que, al final, se convirtió en mi trabajo. En abril de 2011, decidí pasar a la vida freelance y, el 30 de julio de ese año, lancé este portal, mi bebé al que consiento y maleduco para escribir lo que me apetece. Gastroeconomy aspira a ser un proyecto mucho más rentable que su actual sostenibilidad económica, con una idea clara: ni el portal, ni sus contenidos, ni yo, estamos en venta. Es la única forma de que os fiéis de nuestro trabajo. Como siempre, ¡¡GRACIAS por leernos!! Espero seguir creyendo en este proyecto, sin perder el escepticismo, ni la capacidad de autocrítica. En Twitter, soy @mfguada”.

1Comment
  • Adiós gastrobares, ¡vivan las ‘neotabernas’!
    Publicado a las 01:46h, 15 mayo Responder

    […] Y, por qué no, algo de espíritu ‘neotabernario’ tienen La Gabinoteca y las dos pulperías Vilalúa, en Madrid; o bares de pintxos como La Cuchara de San Telmo y A Fuego Negro, en San Sebastián, o […]

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