Cierra Acio, el proyecto de Iago Castrillón y Eva Pizarro en Santiago

El cocinero gallego y la sumiller valenciana cerraron el pasado 31 de diciembre de 2014 su restaurante compostelano, tras “una decisión muy meditada”, planteada como “un punto y aparte” para afrontar “una nueva etapa necesaria”.

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Gastroeconomy_Acio“Hola amigos! El pasado 31 de diciembre fue el último día para nosotros en Acio. Cerramos una etapa tras casi ocho años llenos de alegrías y trabajo. Iniciamos una nueva etapa necesaria para nosotros. Mil gracias a todos los que nos habéis acompañado hasta aquí, en especial a los que han formado parte de nuestro equipo, nuestro agradecimiento eterno”.

Es la despedida (vía Facebook) o, esperemos, el ‘hasta pronto’ de un restaurante y un equipo, liderado por un dúo convertido en uno de los tándem gastronómicos más completos de Galicia. Eva Pizarro, sumiller valenciana especializada en sala y, sobre todo, una top en el universo vinícola, e Iago Castrillón, chef gallego brillante en cocina, aliados para dar lugar a un dúo que Santiago de Compostela pierde ahora, con el cierre de Acio el pasado 1 de enero.

Tras la cena de fin de año, hoy se ha hecho público el adiós de este espacio gastronómico en Santiago. Primero, a través de la noticia publicada por BenBo, portal gallego de información gastronómica; y, segundo, a través de un comunicado hecho público por los dueños de Acio. “Sus propietarios desean abrir una etapa de reflexión en su proyecto gastronómico”, señala el comunicado.

Gastroeconomy_Acio5Nueva etapa por definir

El cierre del Acio es una decisión muy meditada, un punto y aparte, que tanto Iago como Eva creen necesario en la evolución de sus respectivas carreras profesionales”, añade. «Nunca imaginamos llegar hasta aquí, han sido años de trabajo muy duro, pero también muy satisfactorios, personal y profesionalmente», comentan ambos profesionales.

Nueva etapa, aún por definir, de una pareja que se conoció trabajando hace años en la ‘casa’ de Ricard Camarena y que, en los últimos años, han cosechado una auténtica colección de premios: Restaurante Revelación, en Madrid Fusión 2013; premio al Mejor Plato Vegetal de Fruit Attraction 2013, con las ‘Verdinas en verde con toques anisados’, firmadas por Castrillón; BIB Gourmand de la Guía Michelin y dos soles de Guía Repsol (el segundo obtenido el pasado mayo).

A favor de Acio, hay un hecho: Castrillón y Pizarro optaron durante estos años por asumir un camino propio (por ejemplo, al margen del Grupo Nove, que aglutina buena parte de los chefs de la modernidad culinaria gallega). Si sus planes contemplaron hace unos meses una posible mudanza del local, finalmente, han optado por el cierre de Acio, abierto en 2008 con un nombre que significa ‘racimo de uvas’ en gallego.

Gastroeconomy_Acio3“Con muchos proyectos e ideas en mente, Eva Pizarro e Iago Castrillón por el momento prefieren tomarse un respiro en su frenética trayectoria profesional y cerrar las puertas del Acio Restaurante, haciendo público su agradecimiento a Compostela por todo el cariño y apoyo recibido en esta su primera etapa y a todas las personas que han formado parte del restaurante, ya que sin ellos el éxito del Acio no hubiese sido posible”, señala el comunicado.

Durante estos años, los platos de cocina gallega contemporánea, sometida al producto de temporada, firmados por Castrillón (con alguno de sus productos predilectos, como las habas y verdinas de Lourenzá, localidad lucense en la que nació en 1979); han encontrado la alianza perfecta en la fórmula aplicada por Eva Pizarro (Valencia, 1980) de entender la sala y seleccionar los vinos (gallegos y no gallegos, nacionales e internacionales, con los vinos de Jerez, entre sus favoritos).

En Acio, el restaurante gastronómico convivía con la propuesta informal de la zona de la entrada, con barra y mesas y con un Menú Express diario, a un precio imbatible de 12,50 euros.

Gastroeconomy_Acio2Mercado compostelano

El gastrosector compostelano ha vivido una época particularmente movida en los últimos años. En febrero de 2013, Marcelo Tejedor anunció la transformación de Casa Marcelo desde el formato de un restaurante de alta cocina (con estrella Michelin) a un concepto informal planteado como una doble barra, cocina vista y una oferta de tapas y raciones gallegas, globalizadas y japonesas. Con este cambio de Casa Marcelo y el cierre de Acio, unido a clausuras en los últimos tiempos de espacios clásicos (como Vilas, en 2012), hay un hecho evidente: Santiago se queda sin un restaurante de alta gastronomía, hueco que Acio deja ahora claramente vacante en el sector local, en lo que supone una dura pérdida para el atractivo culinario de la ciudad.

Al tiempo que se han producido estos cambios, Compostela ha registrado otro fenómeno: la apertura de Abastos 2.0 (la taberna, su primer local, cumplió cinco años el pasado 21 de diciembre; y su segundo espacio, el ‘ghalpon’, tres), con Marcos Cerqueiro e Iago Pazos al frente, cambió las reglas de juego, al modernizar la oferta informal para comer en una ciudad dominada inevitablemente por propuestas ideadas para turistas. La filosofía tabernaria de este dúo fue el primer capítulo de un proceso de cambio en el gastromercado compostelano. Suma y sigue, porque la oferta ha ido avanzando con aperturas, como O Curro da Parra y Café de Altamira, de los mismos dueños (Adrián Comesaña y Queco Arias); Manso, de Alberto Lareo, en el local ocupado en el pasado por Anexo Vilas; el avance de espacios como Garum; o inminentes proyectos de otros jóvenes chefs, como Vanesa Vera Abola, Eloy Cancela (ambos ex Garum) y Kike Piñeiro, que preparan la apertura de su nuevo espacio en Santiago.

Fuente de las fotos: Acio.

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Acerca del autor



“Economista de formación y periodista de profesión, me encanta escribir y, además, comer. GASTROECONOMY nació el 30 de julio de 2011 como un pequeño proyecto personal, a los 4 meses de decidir convertirme voluntariamente en periodista ‘freelance’. Aquí escribo de lo que ocurre en el sector: cambios, novedades, estrategias, tendencias… Se trata de observar para contarlo de la forma más amena y detallada posible. La hostelería, sea un sencillo bar, una casa de comidas o un espacio de alta cocina, equivale a un relevante sector económico que se puede analizar con el mismo rigor y seriedad que cualquier otra actividad, eliminando la frivolidad que, por desgracia, sobra en los últimos tiempos en la gastronomía. A escribir aprendí y aprendo con la práctica y porque me enseñaron a hacerlo en mi casa y en el diario económico Expansión (www.expansion.com)”.

1Comment
  • Miguel Vila
    Publicado a las 19:19h, 07 enero Responder

    Gracias por citar a BenBo, Marta. Un abrazo.

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