08 Jun 2013 Nace Azotea del Círculo aliada con la cocina de Tartan
En esta privilegiada terraza de Madrid, ubicada en la séptima planta del Círculo de Bellas Artes, ha arrancado hoy un espacio gastrocultural que suma la programación de este centro de arte con la oferta gastronómica de Javier Muñoz-Calero. Bajo un formato de horario continuado, del desayuno a las copas por la noche, el chef ha ideado un concepto urbanita de platos viajeros en Tartan Roof, que en invierno se transformará en Tartan Lodge.
Es uno de los rincones más privilegiados de Madrid, con las –probablemente– mejores vistas de la ciudad. Hasta ahora, podía visitarse como un espacio más dentro del Círculo de Bellas Artes: se subía en ascensor hasta el último piso para ascender al cielo madrileño, en la azotea del edificio proyectado por el arquitecto Antonio Palacios e inaugurado por Alfonso XIII el 8 de noviembre de 1926. Este ‘techo’ de Madrid era y es el lugar perfecto para ver el atardecer y asistir a un concierto de jazz en verano.
Desde hace unos días (oficialmente, desde ayer viernes), este espacio se convierte en Azotea del Círculo. Aspira a materializar un proyecto gastrocultural que suma la oferta gastronómica diseñada por el cocinero Javier Muñoz-Calero en el restaurante Tartan Roof y un programa de eventos culturales (incluida música en directo, acompañada probablemente de cenas) diseñado por el Círculo de Bellas Artes (que funciona como una entidad cultural privada sin ánimo de lucro). En su séptima planta, arranca este multiconcepto que permitirá desayunar desde primera hora de la mañana, comer y cenar, picotear entre horas y tomar una copa por la noche, con horario ‘non-stop’ de lunes a domingo. Azotea del Círculo es un proyecto liderado por la periodista Cristina Lasvignes (Cadena Ser, Antena3, Kiss FM) y su marido.
La vuelta de Tartan
Desde el punto de vista gastronómico, Azotea del Círculo supone la vuelta a los fogones madrileños de Javier Muñoz-Calero, tras un breve paréntesis derivado del cierre de Tartan, su local del Barrio de Salamanca, que cerró en Semana Santa. Ahora, inaugura este nuevo formato presentado como un ‘spin-off’ de Tartan o un ‘seasonal pop-up restaurant’, es decir, un espacio que cambiará su oferta y, en parte, su apariencia a ritmo estacional, de forma que en primavera y verano funcionará como Tartan Roof y en otoño e invierno se convertirá en Tartan Lodge, con ‘look’ de refugio de montaña.
¿Qué se puede comer en Tartan Roof? “Un concepto de ‘street food’ basado en algunos platos conocidos de Tartan y en otros nuevos de corte más internacional e inspirados en mis viajes o en mis estancias en el extranjero”, comenta Muñoz-Calero, que estudió en la Escuela de Hostelería Cesar Ritz (Suiza) y en Le Cordon Bleu (París) y que ha trabajado en Tailandia y Estados Unidos antes de afincarse en Madrid. “La mayoría de la comida callejera es comida rápida y se toma con los dedos y, en Tartan Roof, nos hemos inspirado en esta filosofía”, anuncia la carta forrada de tela escocesa (tartán). “Azotea del Círculo será el escenario de esta nueva propuesta gastrocultural donde la cocina del mundo se fundirá con eventos culturales. Nuestro reto será fusionar gastronomía y cultura en un entorno que acogerá a gente de diferentes partes del mundo debido al carácter multicultural del espacio”, añade.
Oferta gastronómica
En Tartan Roof, con una capacidad para unas 70 personas sentadas, funciona, por lo tanto, una propuesta de platos viajeros, que saltan de unos cucuruchos de Croquetas semilíquidas de jamón ibérico (10 euros) o de Chanquetes, cebolla morada, boniato y salsa brava (12 euros), a unos Tacos frios de langostinos, aguacate, chile rojo, mango con ‘brunoise’ de tomate, cebolla morada y cilantro (12).
La carta (plagada de terminología de origen anglosajón) se estructura en nueve apartados: ‘Verrines’ (vasitos o tarros), como el Gazpacho de varios tipos de tomates (7 euros) o la Ensaladilla rusa con aguacate y migas de cangrejo (9); Verduras, ensaladas, legumbres y pastas, como la ensalada ‘New Waldorf’ (12 euros); Cucuruchos, como los Pimientos de Guernica rellenos de Torta del Casar y Panko (11 euros) o el ‘Pangsit’ (plato de wongtón de origen indonesio) de berenjena, habitas, feta y menta con chimichurri rojo (10); Cocas, de 12 a 14 euros; ‘Raw’ (comida en crudo), con tiraditos y tartares; ‘Bowls’ (boles), como el Huevo a baja temperatura plancha con arroz basmati, sésamo, jengibre, ‘lemon grass’ salteado con verduritas y salsa de ostras (12 euros); Brochetas, como la Panceta a baja temperatura, anguila, huevas de tobiko y copos de atún (13); y el apartado estrella de la oferta, ‘Fast street food’, platos servidos con bastones fritos de patata agria ecológica y camote. En esta última sección, hay opciones como la Hamburguesa de ternera, tempura de cebolla roja, tomate confitado, panceta, escamorza (12 euros); el ‘Hoagie’ (bocadillo cuyo origen se remonta a la población italiana que vivía en Hog Island, frente a Manhattan, en Nueva York) de carrillera de ternera (12) o el Perrito de salchicha blanca de carnicería, marinada en cerveza Heineken (12), firma cervecera patrocinadora de la azotea. Entre los postres, hay dulces como el ‘Ice-cream’ (helado) con trocitos de ‘brownie’ y caramelo (6 euros) o el Elvis Waffle Sándwich (gofre) sin bacon (6).
El tícket medio para comer o cenar en Tartan Roof puede situarse entre unos 25 y 40 euros.
De las ‘bento box’ a los desayunos
A mediodía, funcionará, además, un formato poco conocido en España: las ‘Bento Box’, con varias modalidades de cajas-bandeja que, por un precio de 19 euros, sumará un gazpacho, una ensalada ‘New Waldorf’, unas patatas fritas y un helado con ‘brownie’, oferta a la que se puede añadir un plato de ‘fast street food’.
En cuanto a la oferta de desayunos, hay opciones como el Bikini en tramezzino, oregano, mozzarella y jamón de york (7 euros), el Cruasán a la plancha con mermelada de fresa (5), Mini Donuts (5) o Miniensaimadas (5).
La carta de vinos ha sido diseñada por un personaje imprescindible del universo gastronómico madrileño: Alberto Fernández Bombín, experto vinícola y una de las ‘almas’ de Asturianos, casa de comidas ‘top’ perteneciente a su familia.
El proyecto decorativo de Azotea del Círculo lleva la firma del estudio Cuarto Interior y ‘colecciona’ piezas como la silla ‘Tolix’, el sillón ‘NIDO’ de Expormin o el sillón ‘Lisboa’ de Resol.
Muñoz-Calero, que cuenta con otros dos locales en Madrid (la neotasca Muñoca y el concepto ‘casual’ Perrito Faldero) tiene en proyecto la mudanza a Miami de Tartan, bajo el concepto vigente hasta marzo en su establecimiento madrileño, aliado con unos inversores americanos, en un proyecto para el que se está buscando un local en la actualidad. La idea es que el chef pueda trasladarse en otoño a la ciudad estadounidense para trabajar en el lanzamiento del concepto. “Me planteé marcharme fuera porque me llamaron para ofrecerme un buen proyecto fuera”, explica el cocinero, con un proyecto en el que es socio en Varsovia (Polonia) y que no descara contemplar otras aventuras internacionales, además de Miami.
Por ahora, Tartan existe en el ‘techo’ de Madrid con una nueva oferta urbanita de platos viajeros con vocación española y, al tiempo, internacional. “La carta cambiará del invierno al verano”, avanza Javier Muñoz-Calero.
Azotea del Círculo. Tartan Roof. Alcalá 42. Madrid. Tel. 672557171
Comida: De 25 a 45 euros
Bento box: A partir de 19 euros
Desayunos: De 8 a 12 euros
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Fuente de las fotos: Azotea del Círculo y MFG-Gastroeconomy.
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