El reto de mantener el liderazgo culinario mundial

Decálogo anticrisis en el gastrosector (5)

En los últimos quince años, un proceso encabezado por Ferran Adrià desencadenó una revolución gastronómica de calado mundial, ligada a la cocina de vanguardia y a formatos contemporáneos de gastronomía, que desembocaron en un evidente liderazgo de los chefs españoles en el mundo. La cocina española moderna, con sus nuevas técnicas, la creatividad como eje de negocio y la libertad de pensamiento para crear, funcionó como un resorte para el cambio. Con elBulli en fase de transformación en una fundación y con espacios españoles posicionados entre los primeros del planeta (como El Celler de Can Roca, Mugaritz y Quique Dacosta Restaurante), parece que aún queda margen para que el liderazgo ‘made in Spain’ continúe. Pero pese a la brillantez creativa de estos locales y otros de un nivel parecido, hay una prioridad cada vez más evidente: la creatividad también tiene que ser rentable y eso es en parte la garantía para consolidar el liderazgo internacional de la cocina española.

“La creatividad, la imaginación, la capacidad para innovar, una idea más o menos abstracta ligada a que ‘todo es posible’ y la ausencia de barreras mentales dieron lugar a un proceso de transformación de la gastronomía en España con efectos mundiales. Sin embargo, decir que con creatividad e innovación pueden nacer grandes negocios no es más que un tópico”, argumenta el libro “Reinventores. Descubra creatividad y nuevos modelos de negocio con los mejores cocineros” (Editorial Conecta), del que es autora la periodista que firma este artículo. “Si estos líderes, con Adrià a la cabeza, rompieron barreras para hacer lo que cada uno quisiera en los fogones, eso significó que las reglas del mercado se estaban rompiendo”, añade este libro.

Fuente de la foto: MFG

Volver al tema principal

Acerca del autor



Estudié Empresariales, pero siempre he trabajado como periodista, título que espero seguirme ganando cada día. Escribir es lo que más me gusta. Antes, sobre economía; y, desde hace once años, sobre gastronomía, algo que casi me inventé como vía de escape y que, al final, se convirtió en mi trabajo. En abril de 2011, decidí pasar a la vida freelance y, el 30 de julio de ese año, lancé este portal, mi bebé al que consiento y maleduco para escribir lo que me apetece. Gastroeconomy aspira a ser un proyecto mucho más rentable que su actual sostenibilidad económica, con una idea clara: ni el portal, ni sus contenidos, ni yo, estamos en venta. Es la única forma de que os fiéis de nuestro trabajo. Como siempre, ¡¡GRACIAS por leernos!! Espero seguir creyendo en este proyecto, sin perder el escepticismo, ni la capacidad de autocrítica. En Twitter, soy @mfguada”.

No hay comentarios

Publicar un comentario