La próxima reserva ‘top’

Un repaso en el blog ‘La Gastroeconomista’ a las novedades del otoño 2012 y a las tendencias del ‘gastrosector’.

¿Cuál es el restaurante en el que un ‘foodie’ se tiene que sentar en las próximas mesas? ¿Qué mesa encierra la mayor novedad de la temporada? Aunque hayan desaparecido Jockey y Balzac (http://www.gastroeconomy.com/2012/09/cierran-jockey-y-balzac/), espacios que en su día escribieron capítulos clave de la historia gastronómica madrileña (y española e, incluso, en el caso de Jockey, europea, hace cinco décadas), las novedades gastronómicas continúan y el otoño, un año más, las multiplica.

Sin duda, la vuelta del verano tuvo sorpresas negativas derivadas de la desaparición de locales, en los que el descenso de la clientela, el recorte del presupuesto para las comidas de negocios, el ahogamiento financiero propio de una pyme en apuros o el planteamiento erróneo de algunos formatos desembocaron en una realidad: hay modelos de negocio que presentan claros síntomas de agotamiento en un ‘gastrosector’, en el que el cliente quiere gastarse menos comiendo, si es posible, cada vez mejor.

Por eso, llega inevitablemente el relevo hacia locales de corte más canalla e informal y, sobre todo, baratos, en los que unas veces sólo se come correcto y, en otras ocasiones, se viven experiencias gastronómicas más que aceptables. Pero hay algo más: a pesar de la crisis, la alta cocina sigue viva o más que viva con algunas (sólo algunas) mesas llenas en varios locales y con testimonios de lucir una auténtica salud de hierro en ciertos casos, como El Celler de Can Roca (Girona) y Mugaritz (Rentería, Guipúzcoa), liderados, respectivamente, por los hermanos Joan, Josep y Jordi Roca y por Andoni Luis Aduriz y posicionados como los restaurantes número dos y tres del mundo (según la Lista S. Pellegrino).

Agenda de otoño

Probar la versión ‘casual’ acompañada de cócteles de Kabuki, sentarse en la que promete ser una de las mesas más exclusivas de Madrid liderada por el chef Diego Guerrero (dos estrellas Michelin en El Club Allard, en Madrid) o visitar la fonda catalana de la familia Santamaria recién creada dentro de Can Fabes (en Santceloni, Barcelona) son algunos de los planes para un ‘foodie’ esta temporada. Y, mientras, algunos locales abiertos el pasado invierno o en primavera siguen llenándose sin contemplaciones; es el caso de Punto MX, el espacio de alta cocina mexicana que, sencillamente, haciéndolo muy bien ha convencido a la clientela madrileña.

Además de las novedades de Madrid y Barcelona, hay que tomar nota de la hiperactividad de Valencia: En poco más de dos meses, se han abierto cuatro direcciones a anotar en la agenda: Ricard Camarena Restaurant, Central Bar y Canalla Bistró, liderados por Ricard Camarena (con una estrella Michelin en Arrop, hasta que cerró el pasado febrero); y el novísimo El Poblet, recién abierto por Quique Dacosta en Valencia, en un espacio compartido con Vuelve Carolina, uno de sus establecimientos de tapas en esa ciudad. Se suman a un quinto ‘tip’ a visitar: La Embajada, con el chef Vicente Patiño (que hasta principios de este año oficiaba en el desaparecido Oleo).

¿Qué conceptos gastronómicos son capaces de sobrevivir a la crisis? El mercado exige pasar por el ‘prueba-error’ para conseguir el beneplácito de un cliente que no se comporta igual según en qué ciudad y que, a veces, sorprende por su buen criterio y, otras, desgraciadamente por su escasa sensibilidad gastronómica. Aun así, hay una regla de oro básica y obvia: dar bien de comer en un buen entorno, con precios razonables y, sobre todo, con el mayor toque de singularidad posible funcionaba hace 35 años y sigue funcionando en 2012.

Post publicado en el Blog La Gastroeconomista de Fuera de Serie

Agenda gastro para el otoño 2012

Tags:

Acerca del autor



Estudié Empresariales, pero siempre he trabajado como periodista, título que espero seguirme ganando cada día. Escribir es lo que más me gusta. Antes, sobre economía; y, desde hace once años, sobre gastronomía, algo que casi me inventé como vía de escape y que, al final, se convirtió en mi trabajo. En abril de 2011, decidí pasar a la vida freelance y, el 30 de julio de ese año, lancé este portal, mi bebé al que consiento y maleduco para escribir lo que me apetece. Gastroeconomy aspira a ser un proyecto mucho más rentable que su actual sostenibilidad económica, con una idea clara: ni el portal, ni sus contenidos, ni yo, estamos en venta. Es la única forma de que os fiéis de nuestro trabajo. Como siempre, ¡¡GRACIAS por leernos!! Espero seguir creyendo en este proyecto, sin perder el escepticismo, ni la capacidad de autocrítica. En Twitter, soy @mfguada”.

No hay comentarios

Publicar un comentario