27 May 2015 Tatel, cocina española con vocación de internacionalización
Bajo un ambicioso proyecto, arranca en Madrid el proyecto de los empresarios Abel Matutes Jr. y Manuel Campos, apoyados por el tenista Rafa Nadal, el jugador de baloncesto Pau Gasol y el cantante Enrique Iglesias. Nino Redruello y Patxi Zumárraga (La Gabinoteca y Las Tortillas de Gabino) asumen la dirección gastronómica. El plan es exportar este concepto de gastronomía española a países como Estados Unidos, México e Inglaterra.
Al entrar en este imponente espacio de ochocientos metros cuadrados, abierto hace un par de semanas en Madrid, se puede evocar por un momento algún espacio ‘cool’ de Nueva York; pero, al poco, también es probable saltar a Las Vegas o, por qué no, a todo un mito: la serie ‘Vacaciones en el mar’. Tatel es el proyecto impulsado por pesos pesados en el plano empresarial, deportivo y artístico: los empresarios Abel Matutes Jr. y Manuel Campos (que, además, cuentan con el respaldo de Ushuaïa y Blue Marlin Ibiza, en la isla donde desarrollan parte de sus negocios), junto con el tenista Rafa Nadal, el jugador de baloncesto Pau Gasol y el cantante Enrique Iglesias.
Con esta tarjeta de presentación y la vocación de abrir el ‘formato Tatel’ en diferentes ciudades del mundo, lo fácil hubiera sido optar por una carta fashion (tanto como lo es a ratos este restaurante) de miniburgers, ceviches y ‘carpaccio’. Pero no; en su lugar, los dueños de Tatel optaron por un fichaje gastronómico: Nino Redruello, cocinero, socio y creador de La Gabinoteca y Las Tortillas de Gabino (dos buenas aportaciones en la oferta de la última década en Madrid) e hijo de los dueños del clásico imprescindible La Ancha; y Patxi Zumárraga, su mano derecha.
Ambos chefs asumen la dirección gastronómica del restaurante, con la vocación de defender recetas españolas que den lugar a un formato exportable. Para esta estrategia de internacionalización, Matutes y Campos ya están planeando localizaciones en destinos como Estados Unidos (en concreto, Miami), México e Inglaterra. “Exportar una identidad de cocina española”, resume Redruello.
La carta de Tatel
En todo caso, dar la bienvenida al cliente con un ‘set’ de pan, tomate, aceite de oliva virgen extra del Bajo Aragón (embotellado expresamente para Tatel) y ajo es toda una declaración de intenciones, que precede a una carta cien por cien ‘made in Spain’. La propuesta, con un añadido de platos del día (‘Hoy además’), arranca con un listado de entrantes aparentemente apetecibles, como las Croquetas de leche fresca (11 euros), el Pulpo a la brasa con patata y mojo rojo (15), la Ensaladilla Rusa de cigalas (15), las Tortillas en versiones ‘velazqueña’ (12 euros) o trufada (17) –ambas llegadas desde Las Tortillas de Gabino–, el Salmorejo cordobés (10) o los Callos a la madrileña (13).
El apartado de pescados cuenta con opciones como el Bacalao negro gratinado al horno (28 euros) o el Chipirón encebollado (19); mientras que las carnes contemplan la Milanesa de ternera ‘San Román’ con huevo y trufa (21) –versión en menor tamaño del mítico ‘Armando’ de la Ancha– o las Chuletitas de lechal muy fritas (24). Además, hay un capítulo de arroces y pasta (de 16 a 19 euros por persona). Entre los postres, hay desde , Arroz con leche o Yogurt de la Sierra de Madrid con fresas y bizcocho (7 euros) a un ‘carrito’ de tartas (5 euros), que señala como ‘gran éxito’ la bautizada como ‘brutal de chocolate’.
Los códigos
En Tatel, hay informalidad en la forma de comer y, en parte, en la sala, que, sin embargo, viste sus mesas con ‘look’ cien por cien clásico en la parte central, rodeada de diferentes estancias (incluidos reservados) y de una cocina semivista, en un espacio con interiorismo firmado por el estudio italiano IImiodesing.
Al final, aquí se pude comer por un tícket medio que varía de 45 a 70 euros. Puede que haya algo de pretencioso en Tatel, pero es seguro que a priori el fichaje del dúo Redruello-Zumárraga es una garantía que hay que necesariamente mantener para no olvidar que, en un restaurante, lo más importante sigue siendo comer.
La propuesta se completa con unos cuantos detalles más: una mesa de jamón Joselito, una bodega de 150 referencias (incluidas algunas a un precio de 400 euros), una potente oferta de destilados (200 marcas) y la carta de coctelería (con precios de 12 a 16 euros por combinado).
En Tatel, en donde un equipo de unas 55 profesionales atiende a más de 220 comensales. Por la noche, hay DJ y música en directo (micrófono en mano) entre las mesas que en semanas se han llenado de empresarios y rostros famosos, bajo una fórmula-espectáculo poco frecuente en Madrid.
Espacios
En la zona de la entrada, Tatel tiene un mostrador a modo de tienda y un área informal, con barra de coctelería y terraza, donde existe una carta informal de picoteo sin reserva, aunque los llenos diarios de las primeras semanas han llevado a extender la carta del restaurante a esta zona.
Convertir Tatel en “un icono de la cultura, la alta cocina tradicional y estilo de vida español en el mundo” es un reto, que deberá demostrar su capacidad para salir fuera de España y, por supuesto (y como primera condición), de ser rentable en Madrid.
Fuente de las fotos: Tatel.
[wzslider]
Nieves
Publicado a las 22:15h, 15 julioCenamos anoche en Tatel y estuvo genial…..platos muy conseguidos y lo mejor!!!! ….el ambiente ..!!! Es de lo mejor que hay actualmente en Madrid !!!..está a la altura de New York Vip
Os felicito por haber conseguido un lugar estratégicamente bien situado, con una carta delicatessen , música en directo y trato exquisito.. Enhorabuena
Mariela landaeta
Publicado a las 13:23h, 20 eneroNos encanto el restaurate, l comida exelente y la musica muy acorde, la voz tan bella de la cantante, la decoracion. Celebramos un cumpleaños y éramos 10 comensales, todos encantados con la atencion tan buena de los mesoneros. Felicitaciones!!! Exito para cuando abran en otros lugares del mundo!!
mario
Publicado a las 10:57h, 17 febreroEstuvimos comiendo y muy bien, solo un detalle muy feo, no se puede dar un aperitivo de la casa sin haberlo pedido y luego cobrarte 9 euros por ello, eso esta muy feo y desmerece un poco.
Chris
Publicado a las 21:53h, 11 abrilMe habian hablado del sitio.
Hoy de viaje relámpago desde Duesseldorf y me digo – venga a probar.
Chulo, la carta – pues refleja lo que prometa – español elaborado – un manjar después de tanta salchicha allí en Germany (broma que también sé cómo bien – si sabes adónde ir …)
Ambiente, atención , un 10
Volveré
(Mañana antes del partido …)
fra
Publicado a las 02:27h, 06 mayoTrato pésimo, después de esperar 3 horas para cenar, dicen que se equivocan de reserva y que nos vayamos. Así que después de 3 horas, nos echan sin cenar.. Y encima pedimos la hoja de reclamaciones, y después de negarse, traen una falsa..y nos niegan más…
Una auténtica vergüenza.. No pienso volver.
Gloria
Publicado a las 18:32h, 24 octubreCelebramos cena de empresa, nos encanto la comida y el trato….
Disfrutamos del ambiente y el magnifico diseño de interiores, me enamoré del suelo de madera tan especial que hay en la parte superior.
El cortador de jamón joselito, gran profesional, excelente calidad de entrantes.
Carlos cabezali
Publicado a las 12:01h, 17 diciembreEstuvimos cenando anoche, a ver navidad de los amigos y sólo puedo decir que el sitio es excelente hicimos la reserva hace un mes y merece la pena. al llegar hay un guardarropa cosa que en invierno se agradece y son pocos los restaurantes que lo tienen en Madrid. y después comenzó el festín gastronómico Helen trámite de pan aceite ajo y un paté casero es increíble, después comenzamos con los entrantes un pulpo a la brasa con un alioli a la Lima genial una tortilla velazqueño insuperable y unos calamares con un alioli muy ricos todo esto regado con vino de la casa un ribera de Duero embotellado para tatel, y después los platos fuertes un rodaballo a la salsa verde con boletos y almejas un bacalao negro Estec tardar tartar de atún solomillo el chocolate arroz a banda y un atún rojo de almadraba todo esto va fenomenal además con una música en vivo daba un gran ambiente al salón nos ha encantado volveremos