20 Dic 2013 10 Planes gastronómicos de Navidad

Cenas de Fin de Año, una merienda, un aperitivo con vermú, una coctelería ‘pop-up’, además de las ‘nuevas’ cajas regalo, los cursos para foodies o los bombones de la saga Roca, componen la Lista Gastroeconomy con 10 pistas culinarias para foodies para disfrutar de estas fiestas.

No pretende ser una lista de menús navideños ni de locales donde reservar estas fiestas. Es la selección particular de Gastroeconomy de 10 planes que nos gusta o gustaría vivir y que, por eso, queremos compartir con nuestros lectores.

¡¡Feliz Navidad y felices fiestas gastronómicas!!

The Hovse, un ‘pop up’ con gastronomía y cócteles

Better Es Mejor es una firma dedicada a “hacer proyectos con cosas que nos gustan”. Así de simple. Entre sus especialidades, está la creación de espacios temporales, es decir, ‘pop-ups’ en los que reúne a creadores de diferentes ámbitos, que casi siempre son más artesanos o microempresarios que consolidados diseñadores. Si hace un año The Apartament ‘tomó’ un piso palaciego de la Glorieta de Alonso Martínez, zona que acogió en el cercad Palacio de Santa Bárbara la versión veraniega The Patio, esta temporada trae una nueva ‘casa’ con fecha de caducidad: The Hovse (escrito con ‘v’). De nuevo, se apuesta por el mismo barrio –sin duda, uno de los más bonitos de Madrid– para reunir a variopintos creadores. Y la gastronomía también tiene su lugar: la casa de champán Ruinart con estuche de madera firmado por Piet Hein Eek, la panadería Harina, productos de Elite Gourmet y, lo más interesante, la coctelería ‘pop-up’ de The Passenger. El local de la calle Pez, el literal “snack bar y pub de rock & roll” con referencias que cruzan lo cinematográfico con el aire de la época de la Ley Seca, ha creado su filial temporal The Passenger House. Funciona con una oferta de cócteles en una de las estancias de The Hovse, que abarca la terraza de la tercera planta. Si lo visitas de día, recuerda hacerte con la contraseña para poder visitar esta coctelería en clave clandestina por la noche.

Ricard Camarena en el Mercado de Colón

El último día del año 2013 será el estreno de Ricard Camarena en el Mercado de Colón, en Valencia, ciudad en la que este chef ‘colecciona’ varios formatos de negocio: un restaurante gastronómico con una estrella Michelin, la fórmula informal Canalla Bistro, el formato Central Bar by Ricard Camarena (en el Mercado Central de Valencia) y, ahora, este nuevo espacio. El chef valenciano se instala en un segundo mercado valenciano con varios objetivos: el diseño de una carta especial para eventos con reserva en este espacio de cuya oferta gastronómica se hace cargo y la apertura de su Aula Taller I+D, que está prevista para enero o febrero. Para la cena de Nochevieja, el cocinero firma un menú a un precio de 145 euros, que contempla algunos de sus platos ya casi históricos como la Ensaladilla ‘Ricard Camarena’ o la Paletilla de cabrito lacada con cebolletas asadas.

Benboa, marisco auténtico a un precio justo

Aunque su mayor atractivo residía en haber realizado un pedido con varias semanas de antelación, es una pista a anotar para garantizar un objetivo: disfrutar de auténtico marisco y pescado gallego, que contempla formas sostenibles de captura y, por supuesto –aunque, por desgracia, con frecuencia se olvida– las vedas y sus fechas. Benboa, con sede en Corrubedo (A Coruña), es una empresa lanzada en 2005 por unos emprendedores (entre ellos, Rubén Brión), que se dedica a varios negocios: pescadería, con venta online y envío a domicilio del producto envasado al vacío; taberna-restaurante de cocina gallega (precio medio de 20 a 25 euros); obrador de platos preparados sujetos a las pautas de la ‘Dieta Atlántica’; mercado de productos artesanos de Galicia y cetárea de marisco. En esta última, el equipo de Benboa mantiene el producto que el cliente ha podido comprar desde el pasado 18 de noviembre a precios de mercado para reservar sus piezas para las fiestas navideñas sin sufrir la habitual especulación de precios derivada del aumento de la demanda en Navidad. Consulta su web y observa oferta, de calidad y a precios por lo menos justos.

Torrembolesca, los bombones de Rocambolesc

¿Helados en invierno? Por qué no, si proceden de una de las mentes más brillantes del universo español de la cocina dulce. Jordi Roca es su artífice, además de ser la tercera parte y el pastelero de El Celler de Can Roca (Girona), posicionado como número uno del mundo desde el pasado 29 de abril, según la lista ‘50 Best Restaurants in the World’. Rocambolesc es el proyecto creado por Jordi Roca con su mujer, Alejandra Rivas. Esta heladería arrancó en la primavera de 2012 con un primer local en Girona; abrió su segundo espacio el pasado mayo en Playa de Aro; ofrece algunos de sus helados en Roca Bar (espacio del Hotel OMM, asesorado por la saga Roca en Barcelona) y se mueve en clave ‘rocambulante’ a través de un carrito, que en verano se instaló en La Guingueta, el chiringuito de Carles Abellan en la Barceloneta y que ahora ‘viaja’ de espacio en espacio. En invierno, Rocambolesc sigue teniendo vida propia. En la temporada 2013 y en línea con el compromiso por variar la oferta de sabores en función de factores como la temporalidad de los productos, han surgido opciones como el helado de caramelo salado. Los precios de los helados varían de 2,75 a 8,75 euros. ¿Más novedades? Los bombones ‘made in Rocambolesc’, que parten de varias recetas: Caramelo salado, Menta fresca, Fruta de la pasión y café, Chocolate negro, Avellanas tostadas y sal, Cereza y balsámico y Cuatro especias. Se presentan en una bombonera diseñada por Andreu Carulla bautizada como ‘Torrembolesca’, que el cliente puede ir construyendo a su gusto según va comprando los bombones seis piezas diferentes (que, además, se pueden personalizar). Para ello, se vende una base con cinco bombones (a elegir entre ocho), sobre la que se van incorporando las piezas para construir la propia torre. “La idea es que la gente pueda coleccionar las piezas, que están hechas artesanalmente y son una pequeña escultura. El precio básico de partida es de 30 euros e incluye una pieza y la base (con cinco bombones); a partir de ahí, se pueden ir comprando piezas por 20 euros cada uno (que incluyen cinco bombones). Además, estas Navidades, hay otro producto con el nombre de esta saga: los turrones ‘rocambolescos’, inspirados en Joan, Josep y Jordi Roca, con un precio de 35 euros y con sabores (respectivamente para cada hermano) de aceite de oliva, frutos rojos y regaliz.

Fin de año en TriCiclo

Imposible disimular nuestra debilidad por este restaurante que devuelve las esperanzas al gastrosector madrileño de nueva creación. TriCiclo abrió el pasado verano y, sin más, apoyado principalmente por el boca a boca, empezó a llenar sus mesas. ¿Por qué? Una muy buena oferta gastronómica a precios comedidos (o, más bien, una casi imbatible relación calidad-precio), conocimiento y respeto del producto, gente que sabe cocinar –y muy bien–, un negocio montado bajo una estructura de costes razonable y la buena noticia de que hay jóvenes chefs emprendedores (en este caso, Javier Goya, Javier Mayor y David Alfonso) dispuestos a demostrar que se puede hacer buena cocina para casi todos los públicos. Para Fin de Año, han lanzado un menú degustación a un precio de 100 euros, que, plato a plato, es toda una declaración de principios de lo que son sus tres artífices: cocineros. Canelón de txangurro, aguacate y leche de almendras; Consomé de setas, trufa y yema de corral; Merluza de pincho con jugo de berberechos y cebollino; Pichón de Bresse asado y reposado con cous-cous reposado… Es decir, ocho platos, cinco vinos, café y dulces navideños, por 100 euros. En todo caso, toma nota porque, seguro, TriCiclo seguirá multiplicando su lista de espera en 2014. Ya hacen falta varias semanas de antelación para reservar en viernes o sábado por la noche.

Nochevieja en Suculent

Si TriCiclo es uno de los jóvenes sitios predilectos de Gastroeconomy en Madrid, Suculent se ajusta a la misma descripción en Barcelona. Esta bodega, casa de comidas o bar de tapas pertenece al grupo empresarial de Carles Abellan, pero cuenta con la personalidad propia que le otorga un tándem: el empresario Javier Cotorruelo, socio de Abellan en Suculent, y Toni Romero, un joven chef que ha desarrollado su particular estilo. Situado en la Rambla del Raval, Suculent (nombre derivado de ‘sucar lent’ en catalán, es decir, ‘mojar lentamente’) es un buen lugar para tomar el aperitivo, comer o cenar, en su barra o mesas, incluido un privado (en la imagen) escondido tras una pared de la cocina en donde Romero ofrece unos menús bautizados como ‘Los Pucheros’. Su escaparate de la entrada delata una de las ‘líneas de negocio’ de este local, la freiduría, que se suma a una cocina basada en el producto de temporada, en parte de raíces catalanas. Para Fin de Año, Suculent ofrece un menú por 100 euros, con tres aperitivos (como las Croquetas de rabo de vaca vieja), cuatro entrantes (como el Consomé con trufa negra), dos platos calientes más (como el Tuétano a la brasa con miso y huevas de tobiko), dos primeros (como el Foie a la brasa con sepionetas y crema de maíz picante), un segundo (Liebre ‘a la royale’ con trufa negra), dos postres (como el Pastel de chocolate con cítrico), uvas moscatel y cuatro vinos.

Merienda en Pomme Sucre

Este plan es válido para todo el año, especialmente indicado para el otoño-invierno y muy apetecible para la Navidad. Pomme Sucre es la pastelería del asturiano Julio Blanco, con sedes en Gijón y Madrid. Conocemos el local de Madrid, en el que la tienda tiene otro atractivo: un salón con cuatro o cinco mesas, en donde lo propio es tomar un café, té o chocolate caliente en antiguas tazas de porcelana. Hay muchas tentaciones dulces para redondear la cita: su milhojas, el cruasán (uno de los mejores en el caso de Madrid), cakes, tartas semifríos, bombones… Lo mejor es ir a desayunar o merendar. En época navideña, hay más razones para visitar Pomme Sucre: una es su panettone; otra son sus turrones, mantecados, polvorones… Además de comprar estos dulces para llevar a casa, se pueden probar en la tienda, donde también es posible adquirir algunos bocados salados.

Las cestas de Navidad se convierten en cajas gourmet

Las hay especializadas, las hay variopintas y… casi todas resultan apetecibles. En lugar de regalar una cesta de Navidad, se multiplica la tendencia de las cajas con contenido gastronómico, que, por una parte, existen desde hace décadas y, por otro, se han reinventado en los últimos dos años en pro de la especialización, la búsqueda de una seña propia de identidad o, incluso, la sorpresa. La Sociedad reúne en su ‘SBox’ productos españoles derivados de procesos de elaboración artesanal y natural; Foodinthebox vende experiencias culinarias internacionales a través de productos; Petra Mora cuenta con versiones de navidad en su colección de cajas, que, además, pueden armarse a la medida del cliente: Todovino.com ofrece sus Enolobox; Sibaritus tiene sus cajas gourmet y las Chefbox firmadas por cocineros top (la última lleva el sello de David Muñoz; Belotea se dedica a la venta online de productos cien por cien ibéricos y aceites e incluye kits de Navidad en su propuesta; La Guita lanza el ‘Superkit de Picoteo’; Saborplace.com comercializa cestas de Navidad ecológicas, incluidas las diseñadas por Prato-do (Tapería Responsable Itinerante) como Cesta_DO o Cestas Denominación de Origen, con el producto gallego autóctono, ecológico y de temporada…. Suma y sigue, ya que promete ser una tendencia que se mantenga y que puede seguir creciendo en el caso de los formatos de caja más interesantes y singulares.

Vermú en La Juana o… Bodega 1900

Aperitivo de domingo… o de sábado o, si puedes, de martes, jueves… Más en Navidad; y más con vermú, una joya de la cultura española en franco crecimiento, que empieza a impulsar formatos nuevos con el argumento del vermuteo. ¿Novedad? No. ¿Vuelve el vermú? Sí, como una tendencia que, quizás, no lo es, ya que nunca se fue, pero ahora resurge. Aunque Gastroeconomy dedicará más adelante atención a la ‘vuelta’ del vermú, damos una pista muy castiza para disfrutarlo estas fiestas: La Juana, una tasca situada en Chamberí que materializa la literal recuperación de un bar de barrio con buen vermú, una oferta sin pretensiones y rock, jazz o pop sonando de fondo, aparte de menús entre semana y un programa de exposiciones y eventos. Un apunte anunciado para este domingo 22 de diciembre en La Juana: “’About lottery time’, rastrillo de segunda mano en La Juana!!! Cañitas, vinos, aperitivos, vermú, música buenona, y rarezas viejunas y seminuevas!!!”. Y, por supuesto, anota ‘el lugar’ con mayúsculas para disfrutar de la auténtica cultura del vermú según el punto de vista de, sin duda, uno de los mejores cocinero del mundo: Albert Adrià (que, además, acaba de ser elegido chef internacional del año según The Daily Meal). Bodega 1900 abrió en Barcelona el pasado verano como una vermutería convertida en un restaurante sin barra con oferta de vermús, embutidos, salazones, escabeches, embutidos Joselito, conservas, confitados… Uno de los indudables formatos más innovadores de 2013. Cierra por vacaciones de Navidad del 22 de diciembre al 6 de enero; el 7 de enero, sus puertas abrirán para estrenar 2014. Otro dato a tener en cuenta: estas Navidades, Albert Adriá ha creado la línea de turrones ‘Natura’ para Torrons Vicens.

Cursos para todos en Basque Culinary Center

El Basque Culinary Center, la Facultad de Gastronomía con sede en San Sebastián, es un centro de formación de alto nivel creado para los profesionales del gastrosector. Sin embargo, esta universidad, a través del BCulinary Club, cuenta con un amplio programa de cursos para aficionados, con talleres de cocina, show cookings y catas y maridajes y que ahora mismo comprende sesiones de enero a julio del 2014, que además, pueden convertirse en un regalo. Basta con entrar en la web, elegir el curso y rellenar este formulario, para la formalización del regalo. La lista de cursos abarca desde programas con chefs como “Aitor Elizegi y la cocina de vanguardia de Bascook” o “Creatividad de Josean Merino de Marmita&Co y Perretxi&Co”, a “Aizpea Ohianeder del Restaurante Xarma y su mimo por la cocina” o “Rubén Trincado del Mirador actualizando la cocina tradicional”. Además, están los Cursos Esenciales, con sesiones como “Descubriendo los secretos de un chef profesional” o “La cocina de Nuestras Estrellas”. También hay cursos sobre productos, como arroz o bacalao; aparte de uso de nuevos utensilios de cocina, repostería, cocina internacional y vino. Es un regalo perfecto para cocinillas y foodies que quieran aprender los secretos de los cocineros profesionales. Para estas Navidades, BCulinary Club plantea este formato como “regalar una experiencia”.

Fuente de las fotos: los locales y marcas, Basque Culinary Center y MFG-Gastroeconomy.