Barraca, la arrocería de Xavier Pellicer en Barcelona

Es la vuelta de un cocinero cuyo trabajo fue reconocido con dos estrellas Michelin en su etapa en Can Fabes. Ahora, el chef catalán dirige la oferta gastronómica de un nuevo espacio de cocina mediterránea abierto en la Barceloneta por Guido Weinberg, dueño de los espacios de productos ecológicos Wokimarket. En realidad, empresario y chef están creando un formato de negocio en clave moderna: un restaurante urbanita de playa o, por qué no, una ‘neoarrocería’ informal, con una fórmula de arroces, tapas y platos para compartir.

Gastroeconomy_Barraca_XavierPellicer_13“No soy dueño de este restaurante, ni es mi restaurante; soy su asesor”, insiste Xavier Pellicer, mientras supervisa el pase de la cocina vista de Barraca, un espacio ubicado en el número 1 del Paseo Marítimo de la Barceloneta, que funciona directamente abierto al mar Mediterráneo.

Gastroeconomy_Barraca_XavierPellicer_1Puede que no sea el establecimiento de Pellicer (que, hasta el pasado febrero, era el chef de Can Fabes, el negocio de la familia de Santi Santamaria, en el pueblo barcelonés de Sant Celoni), pero Barraca es una de las aperturas del verano en la Ciudad Condal por varios motivos. Uno, porque es un proyecto que parte con las ideas claras: la apuesta rotunda por una cocina mediterránea bien hecha, sujeta al producto de temporada, a precios muy razonables, en un espacio privilegiado y en un negocio liderado por un ‘gastroempresario’ de probada experiencia. Ésta es la segunda razón para que Barraca, a un paso de la playa de la Barceloneta, interese a la clientela foodie: detrás de este establecimiento, está Guido Weinberg, dueño de los espacios de productos ecológicos Wokimarket.

La planta baja de este local albergaba una de las sedes de Wokimarket en Barcelona. En el piso superior, estaban las oficinas de Guido Weinberg y su equipo. Barranca arrancó hace menos de un mes ganando parte del espacio de Wokimarket para crear un primer piso, con una barra de tapas a la entrada rodeada de varias mesas y una terraza; y, sobre todo, ‘conquistando’ la planta antes destinada a las oficinas para instalar la sala del restaurante en la planta superior. Con capacidad para unas 80 personas, disfruta de su ubicación: se ha logrado crear un comedor en el que apenas se ve la calle y el bullicio de esta turística zona de Barcelona y, en cambio, lo que destaca en este espacio es el mar.

Gastroeconomy_Barraca_XavierPellicer_23El concepto de negocio

“Desde el principio, la idea fue hacer un restaurante de playa, que acompañara esta vista, siguiendo una filosofía de producto”, resume Guido Weinberg, dueño de Barraca. En realidad, el gastroempresario y Xavier Pellicer han creado un ‘nuevo’ formato de negocio: el restaurante urbanita de playa, una ‘neoarrocería’, un concepto informal que supone poner en su lugar la cocina del barrio de la Barceloneta para recuperar la autenticidad de una gastronomía marinera perdida entre el bullicio y los excesos turísticos de esta área de la ciudad. De hecho, este área tiene su origen como barrio marinero hace más de 250 años. “La idea es recuperar las comidas veraniegas”, afirma Pellicer. El local apuesta por un formato de horario ‘non stop’: abre a diario a las 11 de la mañana hasta la noche.

Gastroeconomy_Barraca_XavierPellicer_20Para consolidar esa filosofía de producto, confluyen los intereses de estos dos profesionales: si Weinberg lleva años defendiendo el consumo de productos ecológicos, Pellicer ha dedicado los últimos tiempos (ya se notó en su cocina de Can Fabes) a profundizar no sólo en la temporalidad de la materia prima, sino, por ejemplo, en “la agricultura biodinámica, los ingredientes naturales y la despensa de proximidad”.

Guido Weinberg y Xavier Pellicer se conocieron en un taller de tapas que el cocinero realizó en Wokimarket. “Compartimos la filosofía de dar prioridad al producto. Aquí, la idea es crear un concepto sencillo, asequible y de calidad, donde el protagonista es, sin duda, el mar”, apunta Weinberg. “Cuando trabajas con un producto y bajo una filosofía sencilla, la línea entre hacerlo bien y mal es muy fina. Por eso, planteamos una carta sencilla que no abrume al cliente y pensada para compartir”, añade el empresario.

Por su parte, Xavier Pellicer desgrana la fórmula aplicada a la puesta en marcha de Barraca: “Buscar el equilibrio entre seguir unas pautas económicas en los negocios de Guido y ser lo más fieles posibles a nuestra filosofía en torno al producto”.

Gastroeconomy_Barraca_XavierPellicer_26La carta de Barraca

En el establecimiento de la Barceloneta, los platos parten de que “no todos los productos utilizados son ecológicos, pero o tienen certificación, o tenemos la certeza de cómo se desarrolla su producción”, señala el cocinero.

El resultado son platos de cocina mediterránea con el producto como protagonista y “una cocina de casa, popular, quizás canalla y centrada en el gusto, el sabor y la frescura y, por supuesto, ligada a las vistas que hay desde el local. Este concepto no invita a la sofisticación”, describe Pellicer, que pone ejemplos de lo que el cliente se puede encontrar en el plato: un pescado entero con cabeza o una ‘moluscada’ con mejillones, almejas y otros bivalvos. “Se trata de hacer las cosas bien, respetando el producto y el cómo a la hora de elaborarlo”, añade.

Gastroeconomy_Barraca_XavierPellicer_16A partir de la selección de productos y proveedores realizada por Pellicer, la carta tiene los arroces como eje de la oferta gastronómica. De ahí, el nombre de Barraca y el ‘subtítulo’ de “Arrocería de la Barceloneta”, que, además, puede lucir con seguridad: los arroces de Pellicer resultan realmente bien. La propuesta incluye varias elaboraciones (siempre para un mínimo de dos personas) como la Paella de arroz bomba con calamares, pescado de lonja, mejillones y ‘rossellones’ (18,50 euros); el Arroz con alcachofas, sepia y salchichas (17,50); Arroz negro a la cazuela (17,50); Paella de verduras ecológicas (15) o el Arroz a banda con navajas a la plancha (19). Todos se elaboran con arroz del Delta del Ebro y están pensados para servir en el centro de la mesa para compartir.

Además de los arroces y algunas tapas (que también se sirven en el bar), la oferta del restaurante contempla ensaladas (de 7,80 a 12,50 euros); Gazpacho (5,80); ‘Esqueixada’ de bacalao (14,50) o algún pescado de la lonja al horno o a la plancha (anunciado en pizarras junto al pase de la cocina vista).

Gastroeconomy_Barraca_XavierPellicer_15En el capítulo dulce, destacan postres (todos con un precio fijo de 6,50 euros) como las Fresas con nata (disponibles a los pocos días de abrir el local, cuando Gastroeconomy lo visitó), el Crocanti Barraca o la Mouse de chocolate. La bodega cumple el compromiso de la casa con una selección de vinos naturales y ecológicos, muchos por copas (de 2,90 a 3,50 euros la copa) y un total de casi 40 referencias.

El tícket medio para comer o cenar en Barraca se sitúa entre 30 y 35 euros. Hay más detalles a tener en cuenta: el aceite de Xavier Pellicer con su propia marca o el café ecológico se compra en verde antes de que Guido Weinberg lo envíe a tostar.

La oferta de tapas

Mientras, en el bar del piso de abajo (con terraza), una pizarra anuncia algunos platos para picar y compartir, al tiempo que la barra de la entrada deja a la vista de la clientela una propuesta de vermú (3,20 euros), banderillas (1 euros), ‘gildas’ (2,70), aceitunas (con 6 variedades a elegir, por 3,50 euros), patatas fritas gallegas ‘Bonilla a la Vista’ (2,45) y latas (algunas de Conservas de Cambados, con precios de 6,95 a 14,85 euros).

Gastroeconomy_Barraca_XavierPellicer_25En esta planta baja, la carta de tapas se completa con opciones como el Atún claro en aceite y pimentón (5,85 euros) o en escabeche (6,80); las Bravas con ‘all i oli’ y pimentón (5,60); los Mejillones con tomate confitado y albahaca (10,80); los Calamares a la andaluza con mayonesa ‘al gusto’ (10,90); las Croquetas de pollo (1,50 euros por unidad); la Bomba Barraca (2,75 euros por pieza) o los muy recomendables Buñuelos de bacalao ‘de la abuela’ (7,90). Parte de estas tapas forma parte al mismo tiempo de la carta del restaurante del piso de arriba. También hay oferta de coctelería.

En Barraca, una moderna arrocería urbanita, prima la informalidad: mesas con manteles individuales de papel, cubiertos con mango de plástico, vasos de color azul y paneras de tela, bajo un interiorismo de diseño (firmado por Studi D), que en el piso superior da lugar a un comedor de aire colonial asomado a la playa de la Barceloneta a través de grandes ventanales abiertos. Y, sí, aquí se come con la brisa marina ‘puesta’.

DóndeWebHorarioPrecio medio

Barraca. Paseo Marítimo de la Barceloneta 1. Barcelona. Tel. 93 224 12 53

De lunes a viernes, de 11.00 a 00.00. Fines de semana, hasta la 1

De 30 a 35 euros

La nueva etapa de Pellicer
Más información sobre Xavier Pellicer en el Directorio de Chefs de Gastroeconomy

Xavier Pellicer

Un gastroempresario llamado Guido Weinberg

Fuente de las fotos: Barraca.

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Acerca del autor



Estudié Empresariales, pero siempre he trabajado como periodista, título que espero seguirme ganando cada día. Escribir es lo que más me gusta. Antes, sobre economía; y, desde hace once años, sobre gastronomía, algo que casi me inventé como vía de escape y que, al final, se convirtió en mi trabajo. En abril de 2011, decidí pasar a la vida freelance y, el 30 de julio de ese año, lancé este portal, mi bebé al que consiento y maleduco para escribir lo que me apetece. Gastroeconomy aspira a ser un proyecto mucho más rentable que su actual sostenibilidad económica, con una idea clara: ni el portal, ni sus contenidos, ni yo, estamos en venta. Es la única forma de que os fiéis de nuestro trabajo. Como siempre, ¡¡GRACIAS por leernos!! Espero seguir creyendo en este proyecto, sin perder el escepticismo, ni la capacidad de autocrítica. En Twitter, soy @mfguada”.

12 Comentarios
  • valenti
    Publicado a las 11:51h, 19 agosto Responder

    No hay para tanto…los arroces normalitos y demasiado salados

  • Vicenç GANDIA GARCIA
    Publicado a las 23:49h, 17 septiembre Responder

    Día 2013/09/17

    COMENTARIOS

    Arroz normalito, propio de un menú.- No responde la calidad al precio.
    1º Pescado y marisco congelado.
    2º Salado
    3º La cocción final al horno, desastrosa.-Demasiado tiempo y temperatura excesiva, dando como resultado que toda la paella, el arroz y el marisco quedara socarrado y reseco.
    El postre correcto.
    El servicio de mesa, correcto.

    Los servicios (aseos) DE PENA.- En los waters no había portarollos y por consiguiente no había rollo de papel higienico ni en los dos de caballeros ni en uno de señoras.

    Dichos comentarios se los hice al Jefe de cocina Sr. Rafa de Valicourt. (Muy correcto intentó justificarse), PERO EL MAL YA ESTABA HECHO .

    En una palabra NO REPONDE A LAS CRITICAS DE PROMOCIÓN APARECIDAS EN LOS MEDIOS DE COMUNICACION.

    Es una lástima. Con está situcación el prestigio del Restaurant va a caer en picado y por consiguiente la de su dirección gastronomica. .
    Atencióón Sr. X.P , en situaciones como la e hoy, su prestigio puede caer en picado. Sería una lástima.-
    .

  • Charo
    Publicado a las 15:51h, 20 septiembre Responder

    Fuimos a comer el llunes yo y mi marido,pedimos paella.
    Disfrutamos muchisimo con el arroz estaba genial volveremos a repetir excelente.
    Charo

  • Hermínia
    Publicado a las 18:57h, 08 octubre Responder

    Jo també he quedat força decebuda d’aquest restaurant. Llegeixo crítiques gastronòmiques i normalment l’encerten. Aquest restauarant veig que està darrerament molt recomanat i la meva experiència no fou bona. Efectivament l’arròs no està a l’alçada, una vegada fou massa fort de sal, l’altra molt ressec, a la tercera ocasió ens van fer esperar quasi una hora. Resulta que admeten reserves per les 13 o les 15 hores, però no avisen als del primer torn que han de mirar de marxar sobre aquesta hora, perquè ells diuen que «no fan torns!!!». En aquesta darrera ocasió es van equivocar un parell de vegades amb el què havíem demanat als entrants i als postres. En fi, com he dit a l’inici, una decepció. No s’ho val.

  • Ricardo
    Publicado a las 13:49h, 04 marzo Responder

    Yo he ido y he probado algunas cosas más gustosas y otras menos pero en general no le pongo mala nota, el arroz demasiado salado…

  • Agnes Basset Robin
    Publicado a las 17:51h, 07 marzo Responder

    Bonjour,
    Je suis cuisinière dans un restaurant «familial» du sud de la France. Je suis venue manger chez vous il y a quelques jours, et franchement je me suis régalée, simple mais parfait. D’ailleurs, n’est ce pas le plus simple qui est le plus difficile à réussir ?
    Je voulais donc vous féliciter, mais si je peux me permettre une petite suggestion, mettez en vente, comme dans un magasin, vos bons produits, en l’occurrence vote huile d’olive, une pure merveille que je n’ai pas pu vous acheter.
    Félicitation et merci
    Agnes Basset Robin

  • Federico Peiró
    Publicado a las 11:00h, 14 julio Responder

    NO REPETIREMOS
    Reservamos mesa el pasado sábado 12 de Julio a mediodía. 4 adultos con 2 niñas.

    El local:
    Está muy bien, pero las sillas muy incomodas.

    Aperitivos:

    Croquetas de jamón ( muy buenas pero relación cantidad / precio o más bien tamaño precio deja mucho que desear), calamares a la romana ( muy buenos, nada que decir), patatas bravas (por dios!!! solo saben a pimentón! pedimos otro plata de bravas sin pimentón y lo trajeron igual, en mi opnión un desastre), mejillones al vapor (fantásticos!!). Llegados a este punto el balance de los entrantes muy positivo.

    De segundo pedimos 2 paellas; una paella de arroz a banda con navajas y un arroz de verduras. Un desastre mayúsculo!!!! el arroz a banda de a banda no tenia nada, llevaba cebolla caramelizada, estaba dulce el arroz, pero no de soso sino de dulce de azucar. Que yo sepa el arroz a banda lleva el pescado ” a banda” a parte, pues aquí no. El arroz de verduras en paella un desproposito, insulso y una mezcla extraña entre salchica o butifarra, calamares, pollo y verduras. Aceitoso, sosos y gratinado al horno!!! madre mía!!. Una grandísima decepción. No pedimos postres y fuimos a los cafés. Bebida unas cervezas de aperitivo, agua para las niñas y 2 botellas de vino blanco.

    Total 170 € aprox. Caro, pretencioso con los arroces que no son nada del otro mundo, no les llamen paellas por respeto a un plato que hay mucha gente se esfuerza en respetar, y el servicio mejorable. Lo que tenemos claro es que no volveremos.

    Un lástima

  • JOSEP SEGARRA
    Publicado a las 18:33h, 23 julio Responder

    Critica: Acudi con mi hijo a comer y me lleve una decepcion por ser quien es el que esta en la cocina y dando la cara un tal Pellicer, Xavi, tengo que decir que nada que ver con su trayectoria en Can Fabes y Abac, ya que el tipo de comida es totalmente diferente y no podemos comparar, pero….siendo un tipo de comida mas simple la elaboracion deja mucho que desear. Ejemplo paella de pulpo, almejas,y varios(19,50€), nada tengo que envidiar a la que hago en mi casa, el arroz» bomba» , los calamares(trozos) secos y quemados,el pulpo duro como la piedra, sin sabor a nada, decepcionante(en la carta la explicacion muy bonita pero en el plato falso).Los 6 buñuelos sosos y sin sabor, y el plato de mejillones,berberechos y algo mas, ni fu ni fa. Total que me decepciono y decirle al Xavi que si atiende a una mesa por deferencia que tambien atienda a las demas y nos aconseje, pero viendo el percal no creo que vuelva mas.Tu que eres de alta cocina, controla la elaboracion, coccion, y probar y degustar antes de servir y te daras cuenta que lo que te digo es verdad.

  • Barracuda | Bits & Pieces
    Publicado a las 21:49h, 06 agosto Responder

    […] inaugurado chiringuito, Guido Weinberg, está detrás también del Wokimarket y el chiringuito Barraca (La Barceloneta). De la mano del chef Xavier Pellicer (2 estrellas Michelin), ha elaborado una […]

  • julissa
    Publicado a las 23:32h, 07 agosto Responder

    Bombas frías
    La carta de vinos poca
    Arroz tostado
    marisco congelado.
    Postres lechera cortada con agua
    Calidad precio inexistente
    Conclusiones pésimos productos orgánicos

  • Carlos
    Publicado a las 10:18h, 28 agosto Responder

    Bastante decepcionante , pedimos pescado y solo tenian pagell(increible) y encima lo traen todo crudo, los entrantes de lo mas corriente , no entiendo el asesoramiento del Sr. Xavier , es un restaurante de lo mas normal pagas el gusto y las ganas de la publicidad que le ha otorgado el Sr. Pellicer. No lo recomiendo para nada.

  • DOLE
    Publicado a las 12:02h, 18 noviembre Responder

    Una colla d’amics fem una reserva telefònica pel dia 15 de novembre dissabte passat, aclarint molt bé que volíem dinar a dins degut al temps insegur de l’época. La nostra sorpresa a l’arribar al restaurant a 2/4 de dues «hora pactada per la reserva prèvia» ens diuen que el divendres va trucar algú anul.lant la reserva, cosa increïble i treta de la màniga, ja que només l’amic que va trucar sabia a quin nom l’havia feta. Les dues persones que ens van atendre a la barra de l’entrada molt poc educats i molt poc professionals, més tard va sortir un altre senyor que amb educació ens va proposar una alternativa de menjar al sótano o fer dues taules. Com que aquest fet i el primer tracte rebut ja ens van posar de molt mal humor, vàrem optar per marxar i buscar un restaurant més seriós. També vam demanar el full de reclamacions que no tenien i van haver d’anar-lo a buscar no sé a on. En vam fer ús però fins a la tarda que vam tornar-hi per fer la reclamació. Per tant i sobretot no recomanable fer reserva prèvia que no serveix de res.

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