La hora del vermut

Una terraza al sol, buena compañía y un vaso de vermut. Una estampa tan nuestra que no puede perderse como costumbre gastronómica y que, gracias a propuestas como las de Casa Mariol, resurge reformulada. ¿El éxito de esta compañía? Haber apostado por algo que forma parte de nuestra tradición gastronómica y que no es simplemente una moda: el vermut. Si todavía no has probado este peculiar aperitivo, no dejes de hacerlo y sigue las pistas que te proponemos en Gastroeconomy.

El vermut es un vino macerado con hierbas y especias aromáticas. Esos ingredientes deben aportar frescor y aroma a esta bebida y han de evitar caer en lo medicinal o lo dulzón. A partir de ahí, como siempre, el reto está en encontrar la medida justa. “El equilibrio entre amargor y dulzor es lo que debemos apreciar en un buen vermut. La madera o la densidad de la solera resultan secundarias, aunque siempre añaden un plus”, explica Miguel Ángel Vaquer, que se encarga de la promoción y comercialización de los vinos de Casa Mariol.

Algo debe saber porque Miguel Ángel Vaquer representa a la tercera generación de una de las bodegas pioneras en la elaboración de vermut en España. Fue su abuelo, Josep María Vaquer, quien creó la marca Casa Mariol en 1945, aunque la empresa ya se dedicaba al cultivo de la uva y la elaboración de vinos y vermut. “Hace muchos años que mi familia lo elabora porque nuestra localidad, Batea (Tarragona), se encuentra en una importante región de producción vermutera. Además, Casa Mariol fue también la primera embotelladora de crianzas y reservas de la denominación Terra Alta (Tarragona) en los años ochenta”, explica Vaquer.

En busca de mercados

Redescubrir mercados parece el sino de esta familia que, desde su local de la calle Roselló en Barcelona, también ha recuperado la tradición de vender vino a granel. No obstante, hay que reconocer que el vermut vive un buen momento. Su apuesta por recuperar una costumbre española, una imagen fresca que hace guiños al pasado y cierta liturgia en su consumo lo convierten en una alternativa a tener en cuenta a la hora del aperitivo. “El vermut es una estampa clásica de la mayoría de pueblos de España, pero en las ciudades hemos vuelto a consumirlo más recientemente porque estaba como dormido. En Barcelona, llevamos promoviendo el consumo de vermut desde hace trece años desde nuestro bar de vinos”, argumenta Vaquer. “Además, desde que lanzamos el vermut embotellado, también organizamos de forma periódica el Baile del Vermut, una sesión de orquesta de 12.00 a 15.00 horas para tomar el aperitivo a ritmo de pachanga y pasodoble, como se hacía antes”.

Mejor fresco

En Casa Mariol, no les gusta demasiado la idea de ser dogmáticos a la hora de tomar su vermut. Nada de rituales. Cada uno que lo tome como quiera, a la hora que quiera y, sobre todo, bien acompañado. “Yo me lo tomaría gozando del sol de mediodía, bien fresco, con naranja y una aceituna rellena bien gorda. Respecto a las tapas, me gusta tomar la especialidad de cada zona, las frituras en Andalucía o los pinchos de Euskadi”, añade Vaquer.

Sin embargo, en la botella explican con cierto humor cómo iniciarse en el universo del vermut. “Es verdad que hay mucha gente que no está nada familiarizada con esta bebida. En el extranjero, nos encontramos con el problema de tener que divulgar su consumo. Sorprendentemente, utilizar el vermut, no como mixer, si no como bebida les parece muy atractivo y con la naranja, la aceituna y el sifón, se logra un preparado muy sexy y goloso, de baja graduación, que sorprende mucho a los clientes en la ‘cocktail hour’ (hora del cóctel)”, explica este empresario. Para Vaquer, la mejor forma de iniciarte es que algún vermutero te contagie la magia de la hora del vermut. El mismo se ofrece para acompañar a los más curiosos.

Planes de crecimiento

Entre sus planes inmediatos, Vaquer comenta una expansión muy cauta. “Somos aún una compañía familiar con estructuras familiares que sólo puede expandirse en contados mercados. La expansión es el gran reto de todas las empresas, pero no todas estamos preparadas para ello. Nosotros estamos contentos y muy ocupados con presencia en diez países. De todos modos, nuestro foco de atención está en Inglaterra y la costa este de Estados Unidos. Tenemos presencia en Londres y Nueva York. Y ahí es donde se centraran nuestras próximas acciones. Son plazas caras y duras, pero la recompensa será muy buena”, augura.

Además, actualmente, Casa Mariol se encuentra en pleno proceso de búsqueda de distribuidores en España, ya que, de momento, su exquisito vermut sólo puede comprarse online o en sus locales.

Casa Mariol cuenta con un equipo de 28 personas (dedicados a la elaboración del vermú, el márketing y la comercialización). La empresa produce 4,5 millones de botellas al año y, en 2012, registró una facturación de 7 millones de euros.

Una pista a tener en cuenta entre la clientela foodie y entre los fabricantes de vermú como Casa Mariol: el cocinero Albert Adrià, alma creativa de elBulli (Cala Montjoi, Girona) durante años, tiene previsto abrir una vermutería en Barcelona (cerca del Paralelo y de sus locales 41º y Tickets), espacio para el que baraja como nombre ‘La Vermutería Tickets’ o ‘La Original’ y en donde apostará por una oferta de vermut, salazones, embutidos Joselito y conservas elaboradas a diario por su equipo de cocina. ¿Vuelve la vermutería?

CASA MARIOL

Donde:  Casa Mariol Wine Bar. Rosselló, 442. Barcelona. Tel. 93 436 76 28

Web: http://www.casamariol.com



Acerca del autor



"Soy periodista por vocación y cocinillas de corazón. Durante años, he escrito de economía, de recursos humanos y de muchas otras cosas. Sin embargo, desde hace un tiempo, 'comer y vivir' es mi lema personal. Parece simple, pero no lo es... Quizá por eso esté aquí, contando lo poco que sé y aprendiendo del resto". ...POR QUÉ NOS GUSTA MARIÁN EN GASTROECONOMY: Refinado paladar curtido en la huerta navarra a un paso de las Bardenas Reales, Marián es una responsable y brillante trabajadora y una comprometida lectora que cada día echa de menos la vida cultural en Madrid, donde vivió más de una década y donde dejó su mejor juventud como periodista. Mientras a distancia nos regala ideas, de vez en cuando nos visita desde tierras de Navarra y, a menudo, la cocina se convierte en la mejor excusa para fomentar reencuentros. Nos encanta su afán por vivir experiencias gastronómicas y su generosidad al embarcarse en una aventura como GASTROECONOMY.

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