Reabre Café Comercial, nuevo proyecto del Grupo El Escondite

Propietario de El Escondite, Lady Madonna, Barbarra Ann y un negocio de catering, el conglomerado hostelero madrileño es el nuevo inquilino del emblemático espacio de la Glorieta de Bilbao, que, en 400 metros cuadrados, funcionará bajo horario ‘non stop’ con oferta de “cocina castiza”, barra y carta de desayunos y meriendas. Con el servicio de esta noche, el local arranca así su segunda etapa, tras funcionar de 1887 a 2015 gestionado por la familia propietaria.

El 21 de marzo de 2017 de 1887 abrió sus puertas, como un negocio familiar, en el que se gestaron textos como “La Colmena”, de Camilo José Cela; se reunieron periodistas y escritores en busca de mesas de tertulia; y se rodaron películas como “Madrid, 1987”, de David Trueba. Entre los clientes del Café Comercial, situado en el número 7 de la Glorieta de Bilbao, se cuentan Rafael Sánchez-Ferlosio, Antonio Machado, Enrique Jardiel Poncela o Francisco Umbral. En tiempos más recientes, algunas de sus mesas de mármol (sobre todo, las de al lado de sus ventanales) estaban tácitamente reservadas para clientes que sumaban décadas leyendo el periódico o un libro o jugando al ajedrez. “Desde 1887, sirviendo el mejor chocolate con churros de Madrid. Café, lectura, tertulia, escritura, debate, silencio, ideas, estudio, crítica, conversación…”, definía su cuenta de Twitter.

Testigo de la historia madrileña, este café se reinventó una y mil veces, siempre en manos de la familia fundadora: de los desayunos y las meriendas, como el grueso de su actividad, a menús del día, carrito de bollería, cenas con bailes de salón, conciertos en directo o, incluso, el equivalente a un cibercafé en su planta de arriba. Pero (y esto parece regla generalizada para locales hostelero de todas las edades), con la venta de cafés (con churros o tostadas) no puede sostenerse un negocio de casi 400 metros cuadrados y un equipo integrado por una veintena empleados.

Cierre y búsqueda de inquilino

Así que, el 27 de julio de 2015 por la mañana, Café Comercial anunció sin anestesia su cierre y, con ERE incluido para sus empleados, se generó un shock entre los madrileños, incluso entre aquellos que jamás lo habían pisado (como parece que ocurre ahora con Embassy). La familia propietaria del negocio y de todo el edificio (con María Isabel Serratacó Contreras e Isabel Contreras, al frente) comenzó, entonces, a buscar inquilino. Hostelero, por supuesto, mientras se especulaba con el desembarco de un hotel o algún gran grupo textil (‘hablar es gratis’). Finalmente y tras analizar varias decenas de proyectos (hasta 60, apuntan fuentes del sector hostelero), los dueños optaron por Grupo El Escondite.

Creado por varios socios (con Álex Pérez y Caleb Soler, al frente), Grupo El Escondite arrancó en 2001 con un local en el barrio de Salamanca (en la calle Conde de Aranda). “Un lugar donde al mediodía las empresas de la zona venían a comer y por la noche se convertía en un divertido restaurante con una gran barra donde se juntaban los pinchos y las copas”, describen en la empresa, cuyos socios abrieron, después, una segunda sede en Alberto Alcocer, para, finalmente, dejar solo una en la calle Villanueva, con el nombre El Escondite, que ya identificaba a un grupo empresarial. Con este local como ‘matriz’ (rebautizada después como El Escondite de Villanueva), el conglomerado hostelero ha ido creciendo hasta sumar un negocio de catering (El Escondite Catering) y dos espacios más (Lady Madonna, abierto en 2015, y Barbarra Ann, inaugurado en 2016), con un núcleo común de socios (liderado por Álex Pérez y Caleb Soler) y algunos ‘partners’ puntuales en cada proyecto (fueron dueños de un local más: Dray Martina, que el pasado año traspasaron a Grupo Larrumba).

La nueva etapa de Café Comercial

Es el mismo modelo accionarial que ahora se repite en Café Comercial (aquí puedes visitar su nueva web), que, para el estreno de su nueva etapa, apuesta por el subtítulo ‘Original & Castizo’, con la idea de conceptualizar así su actual formato de negocio. Ese apellido ‘castizo’ en su propuesta gastronómica, la decisión de mantener el nombre anterior y la vocación por ligar el nuevo concepto a su historia pasada parece que fueron factores determinantes para que la familia propietaria se decantara por Grupo El Escondite.

En su nueva etapa, el renovado espacio mantendrá su formato de horario ‘non stop’: a diario (no cierra ningún día), abre a las 7.30 de la mañana, con la idea de cerrar pasada la medianoche (probablemente, hasta la 1, de lunes a miércoles; y, hasta las 2, de jueves a sábado).

Su oferta gastronómica

Mientras, su oferta gastronómica gira en torno a un concepto de cocina tradicional y castiza, con varias cartas: desayunos (de 7.30 a 12.00) y meriendas (de 17.00 a 20.00); comida y cena; y barra, bajo una especie de resumen en torno al formato tapas (algunas expuestas en la vitrina de la antigua barra, que se conserva intacta) para comer a cualquier hora del día (de 12.00 a 00.00).

“Cocina castiza”, anuncian desde el sótano de Café Comercial, en donde se ubica una cocina de 97 metros cuadrados, primer núcleo donde finalizó la obra y se comenzaron las pruebas de platos. En la carta, platos a la brasa basados en el uso de Josper (situado detrás de la barra), arroces y guisos conviven con taquitos de merluza, mollejas, calamares de potera o mejillones tigre, con la intención de “volver a los orígenes”, comenta Pepe Roch, que asume el papel de chef ejecutivo de Café Comercial, tras trabajar como asesor culinario en Madrid y Miami (aparte de en países como Colombia y Uruguay), ir creando diferentes conceptos en locales de Grupo El Escondite y ser el ideólogo de recientes establecimientos madrileños como Casa Macareno (en la calle San Vicente Ferrer).

Como aliada de la carta, rige una lista de proveedores de confianza: carne de vacuno de La Finca, cerdo ibérico de Carrasco o panes de Triticum, aparte de “Mercamadrid, el mejor mercado para proveernos de buen producto”, dice Roch. Para desayunar, churros de los que los dueños del espacio esperan poder presumir tras múltiples pruebas en una freidora adquirida para tal fin; y, como emblema madrileño, ‘prometen’ roscón con chocolate en fin de semana.

El tícket medio para comer o cenar en la zona del restaurante se estima en unos 35 euros, mientras, en la barra, se sitúa en 25 euros. Con un aforo de 199 plazas (230 si se incluye la terraza) y 30 en la barra de la entrada, Café Comercial funcionará con un equipo de 42 profesionales, incluidos 17 cocineros, “con el plan de llegar a los 50”, avanzan los socios.

Reforma e interiorismo

El espacio se ha sometido a una profunda reforma en sus instalaciones generales, pero se ha mantenido la misma estructura y, sobre todo, la planta baja (estrictamente estaba protegida por Patrimonio) casi intacta, con sus característicos espejos, columnas, suelos, barra y lámparas. El Ayuntamiento de Madrid ya señaló el pasado año, cuando se conoció que sería Grupo El Escondite el nuevo inquilino del local, que la reactivación de este negocio exigía la conservación de su arquitectura y ornamentación originales (el local está catalogado con el nivel I de protección por la Dirección General de Edificación Municipal). “Prácticamente, se ha desmontado y se ha vuelto a montar, dejando intactos todos los elementos protegidos”, explican fuentes de Grupo El Escondite, que ha dedicado 8 meses a las obras y que encargó el proyecto de interiorismo al estudio madrileño Madrid in Love.

Dos plantas con la misma oferta

Estructurado en dos plantas, ambas funcionarán con la misma oferta bajo (cartas comunes en todo el local) y, en el caso del piso superior (con interiorismo más moderno, ya que no conservaba tantos detalles históricos como la planta baja), el objetivo es poder acoger eventos, presentaciones, exposiciones o tertulias (cuando surjan), mientras, en todo caso, funcionará en el día a día como otro comedor (con una mesa especial colocada encima de un pequeño escenario). Aparte de sus vistas en dos alturas a la Glorieta de Bilbao, el establecimiento cuenta con terraza (una de las pocas de Madrid que está pegada a la fachada, con algún otro caso como el café del Círculo de Bellas Artes, en la calle Alcalá).

“Después de tantos años de actividad nos dirigimos a nuestros clientes para comunicaros nuestro cierre. ¡Gracias!”, anunció la cuenta de Café Comercial en Twitter el 27 de julio de 2015. Su siguiente tweet fue el pasado 14 de marzo de 2017: “Se hace saber a todos los aquí presentes, que el próximo día 21 de marzo reabre sus puertas el vecino más ilustre de la Villa de Madrid”. Ese día, Café Comercial cumplía 130 años. Finalmente, ha abierto esta noche.

DóndeWebPrecio medioHorario

Café Comercial. Glorieta de Bilbao, 7, 28004 Madrid

Café Comercial

Abre todos los días

Restaurante: unos 35 euros

Barra: 25 euros

Abre todos los días, con horario continuado

Fuente de las fotos: Página de Café Comercial en Facebook (hasta 2015), nueva web de Café Comercial y MFG-Gastroeconomy.

Acerca del autor



“Economista de formación y periodista de profesión, me encanta escribir y, además, comer. GASTROECONOMY nació el 30 de julio de 2011 como un pequeño proyecto personal, a los 4 meses de decidir convertirme voluntariamente en periodista ‘freelance’. Aquí escribo de lo que ocurre en el sector: cambios, novedades, estrategias, tendencias… Se trata de observar para contarlo de la forma más amena y detallada posible. La hostelería, sea un sencillo bar, una casa de comidas o un espacio de alta cocina, equivale a un relevante sector económico que se puede analizar con el mismo rigor y seriedad que cualquier otra actividad, eliminando la frivolidad que, por desgracia, sobra en los últimos tiempos en la gastronomía. A escribir aprendí y aprendo con la práctica y porque me enseñaron a hacerlo en mi casa y en el diario económico Expansión (www.expansion.com)”.

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