Casa Mono, el concepto español con firma ‘yanqui’

Tres restaurantes españoles con estrella Michelin en Nueva York (y 3/3)

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Los cocineros estadounidenses han sido más exitosos que los españoles a la hora de adaptar la cocina española al gusto neoyorquino. Casos como Terturlia, de Seamus Mullen, o Toro, de Ken Oringen y Jamie Bissonette, son formatos de cocina española que mantienen un ambiente informal de tapas y platos para compartir, pero con un punto de refinamiento en la presentación y en el servicio. El resultado: platos sencillos a precios neoyorquinos (altos). Quizás, el local más exitoso en este capítulo ha sido Casa Mono, uno de los restaurantes del imperio formado por el restaurador italoamericano Mario Batali, y que cuenta con una estrella Michelin.

Gastroeconomy_NYC_CasaMono-1Casa Mono abrió en 2003 –toda una vida para un restaurante neoyorquino–, “inspirado en los restaurantes de Barcelona que dependen del Mercado de La Boquería”, explica Andy Nusser, el socio con el que Batali inició el proyecto. “En aquella época, fue cuando España le arrebató la batuta culinaria a Francia e Italia. Ferran Adrià estaba en la portada de todas las revistas y la revolución de la gastronomía en plato pequeño empezaba”, recuerda Nusser.

“La clave es no estropear algo que es bueno por sí mismo, pero siempre ponerle tu firma”, explica el jefe de cocina en estos momentos, Anthony Sasso, que asegura que el secreto del éxito es usar recetas clásicas españoles, “pero dándoles un toque antes de llegar a la mesa”. Por ejemplo, las croquetas de bacalao, que están en el menú desde que abrió el local, se sirven sobre un alioli de naranja. “La mayoría de los restaurantes españoles en Nueva York no salen de los estándares clásicos y no confían en que los neoyorquinos quieran un paso más allá en la gastronomía española”, argumenta Sasso.

Nusser y Sasso tienen conexión personal con España. Nusser vivió allí dos años de niño y, cuando cumplió los 18, volvió a establecerse en la Costa Brava, donde empezó a trabajar fregando platos en el restaurante Casa Nun. La mitad de la familia de Sasso es española, y desde que, por primera vez, visitó España, su objetivo fue “convertirme en un ‘embajador’ de ese amor y respeto por la comida”.

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Lo más complicado de un restaurante español en Nueva York es “intentar satisfacer a los comensales españoles”, dice Sasso medio en broma. Asegura que Casa Mono ha sobresalido por su particular uso “de la despensa española” y por “manipularla lo suficiente como para fascinar a los locales y también a los españoles más fanáticos”. En esta línea, en su menú, hay entradas como las vieiras con puerros a la tinta de calamar, garbanzos negros y shiso; las mollejas al hinojo con vinagreta de almendras; la pierna de cordero con salsa salada de chocolate español y setas ‘shiitake’ encurtidas; o las albóndigas de cerdo con hummus de comino y mermelada de calabaza especiada.

El próximo paso será ir más allá de la tapa y el plato pequeño. “La cocina española en Nueva York se sirve casi siempre en plato pequeño. Este formato ha popularizado la gastronomía española, pero no la representa de verdad. Quiero trasladar la comida española a los platos grandes muy pronto”, asegura Nusser.

DóndeWebPrecio

Casa Mono. 125 East 17th Street. Nueva York

55 dólares

Los tres restaurantes de cocina española con estrella Michelin en Nueva York

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  • La Vara, restaurante de barrio con acento
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Fuente de las fotos: Kelly Campbell para Casa Mono.

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Acerca del autor



"Periodista y gestor cultural. Navarro-onubense. En 2008, llegué a Nueva York para cambiar de aires y aprender cosas nuevas, pero nunca he dejado de juntar letras. Hay dos cosas en la vida que siempre voy a perseguir: escribir y comer lo mejor que pueda. Nueva York es un buen lugar para ambas" ...POR QUÉ NOS GUSTA JAVIER EN GASTROECONOMY: La redacción de un diario económico puede dar para muchas experiencias gastronómicas. En la de Expansión, conocimos a Javier, con el que aprendimos, nos divertimos y compartimos momentos a través de amistades comunes. Nos gusta la valentía que empleó un buen día para marcharse a Nueva York, quizás guiado por la necesidad de alimentar inquietudes culturales más allá del periodismo económico. Su mezcla navarrica y andaluza es un buen punto de partida para este 'foodie' dispuesto a desvelarnos las 'gastrotendencias' neoyorquinas.

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