Guía para registrar el nombre de un chef como marca y dominio

En el blog The Lawyer, la abogada que siempre nos da pistas útiles en Gastroeconomy explica hoy las diferencias entre nombre comercial y marca y apunta los pasos para que un profesional del gastrosector proteja su ‘identidad’ desde el punto de vista legal.

En uno de los posts iniciales en The Lawyer, ya avanzamos información acerca de los nombres comerciales, las marcas y los dominios. A mí me parece que el tema es lo suficientemente interesante para dedicarle un post entero.

Vamos a recordar las diferencias básicas entre nombre comercial y marca:

• El nombre comercial es, básicamente, el nombre o símbolo que utiliza la empresa para hacerse conocer, mientras que la marca, por otro lado, se refiere a los productos o servicios.

• Los nombres de dominio en Internet identifican un sitio web concreto.

Nada impide que nombre comercial, marca y dominio sean iguales.

De la teoría a la práctica

Una vez recordada la teoría, ¿qué os parece si hacemos un “caso práctico”?

Hoy le toca al sector de los cocineros:

Juan Pérez es un joven cocinero que ya ha sido objeto de algún reconocimiento internacional y que ha salido en algún programa de TV y radio.

Consciente de que su nombre empieza a ser conocido para el gran público, le da vueltas a la idea de utilizarlo como reclamo, además de ser la forma de identificarse en el tráfico comercial.

Lo que Juan se pregunta es si puede hacerlo, si puede registrar su nombre y, si es así,… ¿cómo?

Para estar seguros de que Juan sea el único que pueda utilizar su nombre para su restaurante o, con el tiempo, para otros posibles servicios o productos que Juan pueda ofrecer y, a su vez, para que nadie pueda utilizar el nombre de Juan en beneficio propio, debe solicitar el nombre comercial, marca e, incluso, el dominio en Internet si este chef está pensando en tener web para su restaurante.

Tanto el nombre comercial como la marca pueden ser mixtos, esto es, ser una combinación de elementos denominativos (el nombre de Juan) y gráficos (símbolos gráficos, dibujos, etc.), por lo que Juan contrata a un diseñador gráfico para que le diseñe un logotipo con su nombre.

Además, a la hora de solicitar el nombre o la marca, se debe elegir el ámbito del comercio en el que el solicitante –Juan, en nuestro caso– quiere que se registre la marca, es decir, en qué sectores comerciales se utilizará el nombre comercial y la marca de Juan. A la clasificación de estos “diferentes ámbitos” se le denomina la Clasificación de Niza y, en el caso de Juan, entre otras, se solicitará la clase 43 que hace referencia a los servicios de restauración.

A la hora de realizar los trámites para la solicitud, Juan se pone en manos de un profesional, aunque, como ya os anticipé, nada impide que lo haga el interesado personalmente –os remito de nuevo a la web de la Oficina de Patentes y Marcas: http://www.oepm.es/es/index.html–.

Como el nombre de Juan es bastante común, el agente que se encarga de la solicitud obtendrá información previa para ver si el signo adoptado por Juan está disponible, o si, por el contrario, hay solicitudes o registros anteriores que puedan obstaculizar e, incluso, impedir que la marca de Juan se registre a su nombre. Para que esto suceda, se debería tratar de marcas o nombres idénticos o muy similares registrados para los productos o servicios que solicite Juan (en su caso, la restauración).

Una vez presentada la solicitud, el nombre y la marca serán objeto de análisis por parte de la Oficina a través de un examen de forma, licitud y fondo.

Si todo va bien, Juan tendrá su nombre comercial y marca en un plazo aproximado de 12 meses.

En cuanto a su dominio en Internet (www.juanperez.es), Juan, a través de su agente, lo registrará en la Entidad Pública Empresarial de Redes (http://www.nic..es).

¡¡Espero que os haya servido!!

 

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Acerca del autor



"Estudié Derecho –tradición familiar– y, desde entonces, siempre he estado vinculada al mundo legal. He trabajado en España y fuera de España por años lo que me ha proporcionado una visión más global del Derecho, la vida y, cómo no, la comida… Huyo de la imagen de abogado pomposo e intento ser práctica y cercana”. ...POR QUÉ NOS GUSTA 'THE LAWYER' EN GASTROECONOMY: Si con 9 años te encuentras a alguien que prefiere devorar libros antes que jugar a las muñecas, no puedes dejarle escapar porque seguro tiene algo muy especial. Los años posteriores en una biblioteca universitaria confirmaron esta personalidad única. Eficiente abogada, perfeccionista cocinillas, exigente paladar, lectora empedernida y experta en todo tipo de tratamientos de belleza, nos encanta su capacidad de trabajo y su generosidad para ayudarnos a desentrañar un mundo jurídico-gastronómico en el que creemos a ciegas. Algún día, The Lawyer tendrá cara, nombre y apellidos. Mientras tanto, su avatar es el cuadro La Justicia del artista argentino Hernan Torres (http://torreshernan.blogspot.com).

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