Luzi Bombón, la ‘neo-brasserie’ de Tragaluz: ¿fórmula ‘anticrisis’ infalible?

Tras el éxito madrileño de Bar Tomate hace dos temporadas, el grupo empresarial Tragaluz vuelve a Madrid con un segundo local. Horario ‘non stop’, correcta cocina informal, ubicación privilegiada, tícket medio de 35 a 40 euros e interiorismo de diseño construyen una receta que parece retar el parón económico en el otoño de la fiebre de las inauguraciones. Y, como curiosidad, la carta empieza por el final.

Formato de negocio: Se alinea con otros conceptos de Grupo Tragaluz: interiorismo de diseño, detalles de modernidad, comida sencilla en un formato sin grandes complicaciones, ‘horario non stop’ (abre todos los días desde las 12 del mediodía a las 2:30 de la madrugada), estratégica ubicación en una zona de negocios (ocupa parte del bajo de un edificio de oficinas situado en el Paseo de la Castellana al lado del puente de Juan Bravo), precios comedidos (con un tícket medio de 30 a 40 euros) y modernas instalaciones en la cocina, además de las sinergias logísticas y económicas generadas por su pertenencia a un gran grupo. Luzi Bombón, que abrió hace menos de un mes en Madrid, es una moderna ‘brasserie’ con carnes, pescados y arroces y una carta de acompañamientos (‘sides’ servidos en cuencos o pequeñas ollas).

Poco a poco, se va conociendo. Atrae a ejecutivos a mediodía y a deshora, ya que sirve comida en cualquier momento dentro de su horario. Se puede comer en una mesa (bajo reserva) o sentado en la barra, donde, como atractivo añadido, hay una zona reservada para la degustación de ostras, gestionada por la firma Fishhh! Con un formato bautizado como Fishhh! Bombón, se sirven las ostras ‘genaro fleur des eaux nº3’. Está gestionado (a través de un acuerdo con Tragaluz) por Fishhh, el restaurante-pescadería y bar de ostras (‘oyster bar’) con un local en Barcelona.

Por la noche, gracias a su oferta de cócteles, se anima para tomar una copa, sin llegar a la masificación que en algunos momentos llegó a tener Bar Tomate, el otro local del Grupo Tragaluz en Madrid. No hay reservados (en línea con la filosofía del grupo catalán), aunque sí algunos rincones que permiten organizar comidas en un ambiente más privado.

Su historia: Es el segundo establecimiento de Grupo Tragaluz en Madrid, tras el triunfo que hay que reconocer obligatoriamente a Bar Tomate, abierto en octubre de 2009 y que en sus primeros meses de vida llegó a acumular listas de espera y a exigir llamar con un mes y medio de antelación para poder hacerse con una de sus cotizadas mesas en sábado por la noche. Tragaluz es un grupo empresarial familiar fundado por Rosa María Esteva y Tomás Tarruella en 1987, año en el que abrieron su primer restaurante: Mordisco, reformado e inaugurado el año pasado, igual que Tragaluz, la casa madre de esta empresa con una veintena de locales en Barcelona, aparte de sus dos sedes madrileñas. En la Ciudad Condal, otra de sus últimas inauguraciones fue el pasado verano Pez Vela, un chiringuito en los bajos del Hotel W (conocido como Hotel Vela), con vistas a la playa.

Por qué nos gusta: Aparte de estar ubicado en un local precioso, como mínimo hay que quitarse el sombrero con un grupo que identifica (¿o genera?) oportunidades de negocio en el gastrosector y que insiste en una fórmula que aparenta ser casi infalible. Sus establecimientos suelen funcionar muy bien. En el otoño de la fiebre de las inauguraciones en Madrid, algo paradójico dados los duros efectos del parón económico en la restauración, el gastrosector necesita conceptos que funcionen. En el caso de Luzi Bombón, la comida está rica (detectamos más nivel que en Bar Tomate). El servicio (vestidos con chaquetilla blanca, en una especie de recreación del servicio de una cafetería o coctelería de hace cincuenta años) es afable, cercano y abierto a explicar y aclarar la carta al cliente. Además, nos encanta el nombre de Luzi Bombón.

Qué se puede tomar: Aquí impera la ‘antinorma’: se empieza eligiendo por el final (plato principal) para después decidir un entrante. Así lo dispone la carta, con cuatro apartados: Braasa, ‘Para acompañar (sides)’, Arroces al carbón y ‘Mientras Tanto’. El formato implica que el cliente puede empezar eligiendo un plato a la brasa (servidos en platos refractarios para mantener el calor apoyados en un soporte de madera), con opciones como el Pescado salvaje al horno (26 euros), servido con patatas, cebolla y tomate; el Secreto de cerdo ibérico (16 euros) o el Lomo bajo de ternera lechal (21 euros).

Lo ideal es acompañar ese plato de alguna salsa (bearnesa, vino tinto, pimienta verde o mostaza, a un precio de 2 euros cada una) y de alguno de los acompañamientos (‘sides’), con precios de 4 a 6 euros y con opciones como las Alcachofas al carbón (5 euros), los Tirabeques al curry (5 euros), los Pimientos del piquillo a la leña (5 euros) o las Patatas fritas (4 euros). Si no, como plato principal, están los Arroces al carbón, que se preparan para dos personas. Hay cuatro tipos (como el de butifarra, setas y espárragos), con precios de 16 y 18 euros.

Al final, según el orden establecido en la carta (con la única aparente intención de ser original y de entretener al comensal), se puede elegir algo para empezar. Bajo el apartado ‘Mientras tanto’, se repiten algunos de los ‘sides’ y se añaden otros como las Anchoas con pan con tomate (12 euros), el Tartar de atún con guacamole (18 euros) y las ostras de Fishhh! (24 euros por 6 unidades). Además, Luzi Bombón dispone de una sencilla carta de vinos (que se sirven también por copas) y una carta ‘Entre horas’ para picar en cualquier momento del día.

Precio medio: De 35 a 40 euros.

Horario: Abre todos los días de12 del mediodía a 2:30 de la madrugada

Dirección: Paseo de la Castellana, 35 (entrada por Rafael Calvo). Tel. 917 022 736

Web: www.grupotragaluz.com

FIRMA DE LAS FOTOS: OLGA PLANAS

Acerca del autor



Estudié Empresariales, pero siempre he trabajado como periodista, título que espero seguirme ganando cada día. Escribir es lo que más me gusta. Antes, sobre economía; y, desde hace once años, sobre gastronomía, algo que casi me inventé como vía de escape y que, al final, se convirtió en mi trabajo. En abril de 2011, decidí pasar a la vida freelance y, el 30 de julio de ese año, lancé este portal, mi bebé al que consiento y maleduco para escribir lo que me apetece. Gastroeconomy aspira a ser un proyecto mucho más rentable que su actual sostenibilidad económica, con una idea clara: ni el portal, ni sus contenidos, ni yo, estamos en venta. Es la única forma de que os fiéis de nuestro trabajo. Como siempre, ¡¡GRACIAS por leernos!! Espero seguir creyendo en este proyecto, sin perder el escepticismo, ni la capacidad de autocrítica. En Twitter, soy @mfguada”.

6 Comentarios
  • Jose
    Publicado a las 00:02h, 06 diciembre Responder

    Bueno, soy repetidor de este restarurante, lounge o lo que sea porque tengo mi despacho justo en la esquina. Lo mejor es el local, despu’es la barra de ostras, cangrejos y tartares de at’in y salm’on… pero… jo, es que no se puede ser trendy sin ser arrogante, insultante… ? qu’e sitio m’as bonito, pero qu’e asco de gesti’on… no es nada caro, pero, te perdonan la vida, desde el tipo del tel’efono hasta quien te recibe. Sin mantel, o un mantel desechable. Asqueroso servicio non-stop por la tarde, perdonando la vida, se han creido que somos bobos? El encargado es lo m’as arrogante que he visto, se rie de ti en la cara aunque te vea cada d’ia, creo que se llama Perico… vengo d’ia tras d’ia para observar al bobo catal’an este, hoy hemos puesto una hoja de reclamaci’on, salvo excepciones servicio altivo, arrogante y…. sin comentarios. No vengas por la comida, ven por el sitio, gente guapa y Jose y un Mallorqu’in de servicio que dan gusto. El resto, prescindible.

    • JUAN zAPATA
      Publicado a las 20:04h, 26 enero Responder

      Puede que sea un sitio al que tengan que ir las personas que les gusta mirar y ser vistos, pero las personas que los que les interese es comer bien, mejor es que se vayan a otro sitio. La comida es entre correcta y mediocre. El servicio es rápido y correcto. Pero para un sitio, en el que tienen vinos caros en la carta, no cuentan con decantador. Ante la petición de un vaso de agua, respondieron que es norma de la casa no servirlos (aunque al final lo hicieron). ¿Para cuando los restaurantesmadrileños imitaran a los americanos y por principio te servirán una jarra de agua?. Además de ello, para un sitio tan cool, el camarero tenia la chaqueta llena de manchas. Y todo esto por 75€ por persona. Lo dicho quien quiera comer bien que busque mejor otro sitio.

  • Los Premios Metrópoli radiografían las tendencias gastronómicas en Madrid
    Publicado a las 14:52h, 01 marzo Responder

    […] * Luzi Bombón […]

  • francisco
    Publicado a las 20:58h, 14 mayo Responder

    Varias experiencias, todas nefastas.

    1º Mi mujer y una amiga tuvieron que devolver una carne con evidentes muestras de estar en mal estado
    2º Mi padre con intoxicación alimenticia por haber tomado arroz con bogavante en mal estado. Casi perece en la cama por la intoxicación con fiebres de 41º. Al ir al restaurante para comentar y esclarecer lo sucedido, el encargado, con una actitud totalmente fuera de lugar, cometió la osadía de decir que ese día no se había servido Arroz con Bogavante
    3º Una amigas de mi mujer, si saber la historia anterior, pidieron arroz con Bogavante, y el Bogavante servido estaba totalmente crudo.

    A todo esto hay que añadir que el servicio un desastre, y el encargado un auténtico maleducado.

    Una pena, pero no podemos dejar que nos tomen el pelo.

  • hoycenamosfuera
    Publicado a las 08:01h, 26 febrero Responder

    Nos encantó este sitio! Está todo buenísimo, especialmente nos llamó la atención el salteado de setas de temporada para compartir, y el costillar de cerdo confitado. Cenar sale por unos 35€ persona. Podéis ver el detalle de nuestra cena en: http://hoycenamosfuera.com/2013/02/26/luzi-bombon/

  • Luis
    Publicado a las 23:57h, 21 marzo Responder

    Lo mejor el local. La comida simple, norma lucha. Arroz duro y escaso, carne de segunda categoría. Para no volver

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