30 Ago 2011 Catalonia Gourmet, un sello de calidad ‘made in Cataluña’
Veinte empresas, fabricantes de productos gourmet, se unen en un clúster con el objetivo de ganar músculo para potenciar sus ventas. Bajo esta marca, sus miembros generan unos ingresos de 50 millones de euros y emplean a 350 personas.
Catalonia Gourmet agrupa ya a veinte empresas unidas para promocionar sus productos gourmet por todo el mundo. Se trata de una manera de identificar los alimentos de alta gama con un sello reconocido, y organizar ventas conjuntas que reactiven un sector estratégico para la industria regional, según explican en el clúster.
“Estas empresas producen alimentos de gran calidad, suelen tener una historia personal o territorial detrás y utilizan un packaging muy cuidado”, añade la gerente de esta iniciativa, Marta Amorós. “El problema es que por su tamaño les resulta muy complicado entrar en la distribución tradicional, llegar a más consumidores o exportar”, añade. Por eso, hace algo más de un año, los implicados en este negocio comenzaron a trabajar en esta idea, pionera en España.
El punto de partida fue un estudio publicado por la Generalitat en el que se recogía la existencia de 280 empresas en la comunidad (la mitad, bodegas) que cumplían el perfil y que tenían ciertas dificultades para poder competir en el mercado, pese a contar con un producto de gran calidad. Con esa información y la experiencia de los productores más experimentados, se empezaron a desarrollar algunas actuaciones dirigidas a promocionar su presencia en distintos puntos de venta: oficinas de turismo y hoteles, etc.
La primera gran iniciativa de la marca fue la colocación de un espacio en el Monasterio de Monserrat en el que se pueden encontrar estos alimentos. “Está teniendo muy buena acogida entre los turistas, especialmente entre los extranjeros, aunque todavía no hemos cerrado los datos globales de ventas para ver su trascendencia”, explica Amorós. También se ha elaborado un plan de acceso internacional para identificar los mercados que más interesan a cada una de las marcas y ver cómo se pueden coordinar las distintas acciones. “Algunas empresas ya están exportando con bastante éxito, como galletas Trias en Asia, pero otras no han comenzado todavía. Hemos hecho algunas presentaciones en ferias internacionales y hemos contactado con importadores. En general, nos interesan los países escandinavos y los grandes mercados europeos como Alemania, Reino Unido o Francia”, apunta Amorós, quien analiza también las posibilidad de otros mercados como Canadá, Estados Unidos, China, Japón e India. En el clúster, también se realizan cursos de formación.
Catalonia Gourmet nace, además, en un momento en el que la cocina catalana y el turismo gastronómico cobran importancia como alternativa a sectores en retroceso en Cataluña como la industria textil. Que la sede de la iniciativa esté en un pequeño pueblo de Girona tiene su explicación: “Desde el nuevo centro de interpretación gastronómica de Hostalric, a medio camino entre la Costa Brava y el Maresme, estaremos a un paso de los grandes restaurantes de Cataluña, de importantes bodegas y de otros servicios que atraen mucho turismo interesado en productos como los nuestros”, dice la gerente.
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